☯ • IX

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"Destinos Enlazados, destello de una libertad efímera"

En la entrada del salón se observó la litera real , la cual estaba adornada con sedas muy finas en colores blancos con labrados en madera y oro, realmente era una joya, gracias a la transparencia de la tela se podía apreciar una silueta elegante y corpulenta. A los pocos segundos las telas se corrieron y de la litera salió el futuro gobernante.

El Salón estaba impecable, adornado con matices que contrastaban con el amplio lugar.
A los lados se dividían los invitados a la célebre ceremonia, todos dejando espacio para que su más importante gobernante pudiese pasar.

En el palco izquierdo se encontraban los miembros de la Alianza, que constaban de monarcas y figuras prominentes que apoyaban la dinastía Jeon, ya sea por decisión propia o por mera obligación. Se aseguraban de cumplir con el Protocolo real para no ofender al nuevo soberano.

En el palco derecho, se encontraban la madre del nuevo emperador Jeon.

Jeon Junji, la Emperatriz del Imperio de Koguryõ. La cuál observaba el evento con un rostro tan bello y frío como la porcelana, su semblante inexpresivo, ajena a lo que ocurría. La expresión de la emperatriz, dura y fría, había acompañado a su hijo en su crecimiento tal como una opaca sombra. Controlando cada aspecto de su vida, moldeandolo según sus deseos para que pueda suceder el trono.
Para ella, las muestras de cariño no eran más que la expresión de la debilidad, por lo que no permitiría que su eminente hijo cayera en severa falta.

Finalmente Jeon salió de la litera real, los guardias que lo acompañaban se posicionaron en filas a cada lado del pasillo, para que el nuevo monarca pudiese continuar su camino seguro y tal cuál lo dictaban las formalidades del evento.  Jeon retomó su camino seguro e imponente hasta su futuro trono.

Estaba impecable, su apariencia totalmente pulcra. Perfectamente peinado, con su cabello castaño oscuro recogido en su peinado ceremonial. Su traje de sedas blancas, era puro e inmaculado, tenía los bordes de las mangas bordadas con hilos dorados, formando bellas y estéticas figuras.  Todo el atuendo se complementaba con un cinturón color marrón con bordados dorados. Todo colocado minuciosamente. Detalles que acentuaban su figura y resaltaban su innegable belleza.

Finalmente se posicionó frente al trono, donde se encontraba su padre Hoseok al lado derecho con un semblante tranquilo y seguro con una ligera sonrisa orgullosa.
Al otro lado se hallaba el Consejo de ancianos con sus miradas fijas en Jungkook, realizando un escrutinio de pies a cabeza de este, atentos a cada Movimiento y mínima expresión facial que este pudiese hacer.

 Hoseok al ver a su hijo en su posición indicó a su consejero que diera inicio a la lectura de su última proclamación como emperador dando a conocer a su sucesor.

—Jeon jungkook. Declarado como nuevo emperador del Imperio creciente de Koguryõ, es un hombre que ha cultivado y acogido nuestra cultura, ha nacido bajo buena estrella. Desde niño siempre a demostrado una habilidad nata para dirigir y liderar, por lo cuál estoy seguro de que llevará al reino a un nuevo tiempo de victoria y prosperidad.

Los presentes aplaudieron brevemente.
La ceremonia prosiguió según lo establecido con el ritual de coronación, uno de los integrantes del Consejo de ancianos, llevaba entre sus manos una almohadilla de terciopelo color rojo con detalles circulares estampados. Pero sobre ella estaba la hermosa y brillante corona.

Radiante, tallada en oro puro, diamantes, perlas y Esmeraldas adornandola. El objeto más preciado para la dinastía. Símbolo de autoridad y dominio.

El Emperador 국민 ♣Kookmin♣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora