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Estaba completamente atónito

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Estaba completamente atónito. Delante de él estaba Joel , vestido con  jeans negros, una ajustada camiseta gris sin mangas, la cual mostraba los largos y delgados músculos de sus brazos, pero lo que captó mayormente su atención fueron la larga y peluda cola de gato de aspecto suave, que salía de su espalda baja, justo donde se encontraba con su trasero, y sé movía nerviosamente, las orejas gatunas que estaban en su cabeza, bien paradas, atentas, y sus ojos totalmente color miel. con pupilas verticales.

El chico delante de sí ,era hermoso y raro al mismo tiempo.

Christopher  estaba tan sorprendido que no lograba encontrar su voz, Joel  se veía extremadamente sensual y exótico para él.
El chico-gato sintió que sus ojos se anegaban con lágrimas y comenzó a ver borroso, muchísimas veces a lo largo de toda su vida había sido rechazado, golpeado e incluso acosado por tener algunos genes felinos en su sangre. No quería que sucediera de nuevo.

-C-creo que debería irme- dijo, mirando hacia otra parte para que el castaño  no notara sus ojos llorosos. Obviamente, por la forma en que se había quedado helado mirándolo, lo quería fuera de su casa.

Joel comenzó a caminar rápidamente hacia la puerta mientras una silenciosa lágrima caliente corría lentamente por su mejilla.

-No. espera—se detuvo al escuchar a chris.  Sintió la cálida y grande mano envolver su pequeña muñeca con suavidad. Suspiro-.— Siento haberme quedado así, sólo que me tomó por sorpresa, debo confesar que no me esperaba nada parecido. —

Joel  rápidamente secó la lágrima con la mano libre y parpadeó un poco para hacer que sus ojos volvieran a la normalidad antes de darse vuelta nuevamente.

-Además, los gatos son mi animal favorito- confesó Chris  con una sonrisa de lado-. He tenido dos desde que era pequeño. — el rizado mordió su labio inferior.Nervioso.

-¿Entonces... no te molesta? ¿No te asusta?- preguntó Joel; a demás de sus padres adoptivos, nadie había actuado normalmente alrededor de él apenas se enteraban de cómo era realmente.

-No, de hecho, me parece muy sensual. —  sonrió coqueto. 

Christopher se acercó al híbrido y acarició una de sus orejas. El otro cerró los ojos y un ronroneo suave y constante surgió de lo más profundo de su pecho.

-¿Quieres algo de tomar? —Joel  arqueó una ceja, aún con los ojos cerrados.

-¿No que no tomabas ?- preguntó suspicaz.

Chris  sonrió.

-Sólo en ocasiones especiales.—

-No, gracias, mi organismo no maneja muy bien el alcohol, es por  ser mitad gato.

El mas alto ,  dejó de acariciar la oreja del hibrido  y rascó un poco entre ambas.

Exquisito.

-¿Sabes? Con cualquier otra persona tomaría esto como algo insultante, pero debo admitir que es sorpresivamente placentero- —confesó el ojimiel.

El menor  rió un poco.

-¿Quieres que te enseñe la casa? Podríamos comenzar por el dormitorio.- sugirió.

-Agradezco y acepto la invitación—contestó joel  , divertido para después morderse los labios seductora mente.

Entre risas jugetonas se dirigieron hacia la habitación del menor.



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