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Llevaba aquella bufanda violeta amarrada al cuello, su hermana había recibido un listón violeta, y él la bufanda de Karin. Tomado de la mano con Sarada caminando rumbo hasta las oficinas donde proporcionan misiones, llegaron al mismo tiempo de Kawaki quien traía a jalones a Boruto para no perder tiempo. 

-Quería unas hamburguesas, tienen un sabor limitado solo por hoy las venderán- se quejo este. 

-Debiste levantarte más temprano- le alego este, observo a la pareja que los miraban curiosos-¿listos?

-Claro, sera nuestra primera misión los cuatro juntos -sonrió Sarada bastante emocionada.

Entraron esperando ver a la típica y muy habitual trabajadora que administraba las misiones que designaba el hokage, pero ella no estaba, en cambio se encontraba Shikamaru quien los hizo entrar a una oficina, Mitsuki observo la habitación, los detalles de esta eran claros a sus ojos, una habitación de seguridad, a prueba de sonido y bastante solida, si tuviera el trabajo de espiar lo que sucedía dentro le costaría trabajo. Dentro estaba Naruto, el séptimo Hokage. 

-Llegaron a tiempo chicos- dijo  Shikamaru. 

El séptimo le arrojo el pergamino a Sarada, quien se hacia cargo de llevar las ordenes -es muy necesaria esta misión, ya se habrán dado cuenta que ningún equipo esta saliendo de la aldea, es demasiado peligroso como están las tensiones entre aldeas, poner en riesgo a los equipos sean cuales sean las clasificaciones de las misiones. 

-Tiene que ver con Kara ¿no?- pregunto sin rodeos Kawaki. 

-Así es hijo- contesto Naruto - están saboteando avances tecnológicos y planean erradicar a las aldeas ninjas, ya han atacado a equipos de varias aldeas, por suerte esa no es nuestra realidad, aún y no esperaremos por que se vuelva la nuestra. 

-Por lo que no es seguro que equipos ninjas se expongan innecesariamente-  explicó Shikamaru frotándose la barba -ayer detectamos ciertos chakras al interior de la aldea... acontecimiento y eso nos dio con la solución que nos aquejaba. 

-El entrenamiento de ayer- dijo Sarada, los dos más viejos asintieron. 

-Tenemos varios días buscando un equipo con un poder aplastante, para llevar a cabo esta misión, ustedes ya tienen bastante, dos portadores de Kama, portadora del mangekyo sharingan en conjunto con el sello de la fuerza del centenar, y por ultimo un habilidoso usuario del senjutsu, seguro debes tener más sorpresas que no has querido revelar. 

-Chicos como ya sabrán vuestra misión será secreta y deberán desplegarse de inmediato por eso los contactamos en la madrugada, es necesario que partan de inmediato. 

-Kawaki, necesito hablar contigo a solas -dijo el Séptimo cuando estaban saliendo. 

Los cuatros salieron, con el compromisos de reunirse en treinta minutos en la entrada de la aldea, Konohamaru estaba esperándolos junto a la puerta, el primero en llegar, el jounin mayor vio llegar a Mitsuki, mantuvo la vista en él, lo habían asignado bajo su liderazgo pero nadie le consulto, no lo conocía, no le agradaba, y le resultaba familiarmente peligroso, en otras palabras de la noche a la mañana tuvo un nuevo miembro de las misma edad que sus pupilos, pero este no le inspiraba nada de confianza. 

-Hola -lo saludo primero pero el albino solo le hizo un ligero inclinamiento de cabeza y sonrió, todo como si estuviera friamente ensayado. El maestro reviso la hora, los puntuales eran Kawaki y Sarada pero este había llegado antes que ellos, afirmado en la puerta de la entrada a la aldea, se estaba tornando una situación incomoda y no era de los se quedaba callado -vaya, estos chicos no pueden llegar temprano como acostumbran. 

-A ti te habrán avisado durante la tarde del día de ayer, pero a nosotros nos avisaron en la madrugada, ninguno le los chicos tenían nada preparado -explico con paciencia Mitsuki. 

No es obsesión, se llama amor.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora