No es obsesión, se llama amor.

27.

 -No estoy bromeando- le quitó una mano y se la puso en su vientre. - Ya saben nuestros padres, la primera en saber fue tu mamá, fue ella quien me examinó cuando sospeche que estaba en cinta y me lo confirmó. Tenemos un un hijo en camino. 

Ella lo miró con expectación, en busca de una respuesta positiva de su parte, estaba segura que no huiría ni nada por el estilo, solo estaba confundido, aunque la cara de él dictaba algo muy diferente, parecía que había visto un basilisco y había sido petrificado. Hasta movió la mano, la misma que estaba encima de la ropa, justo en el vientre de Sarada, se quedó moviendo la mano de manera casi imperceptible.

La Uchiha sonrió, veía como lentamente el albino se hacia de la idea, y se ruborizaba, emocionándose. Se incorporó de golpe y la tiró de un brazo, volteándola, mientras la estampaba en la cama, ella no alcanzó a reaccionar, cuando sintió que le levanto su camisa, y la usa para amarrarle los brazos detrás de la cabeza, esté puso su oreja, buscando algún sonido en su interior, mientras que su pelo le causaba cosquillas a la Uchiha. 

-Basta, me haces cosquillas. -trato de resistirse, pataleando.

-Déjate de moverte, quiero escucharlo ¿debe tener corazón? -levantó la cabeza, y hizo un calculo mental, estaba seguro de sus conocimientos - si tienes cuatro semanas, debe tener uno.   

-Yo puedo verlo donde esta, usando mis ojos- ella activo su sharingan, se zafó de su agarre con unas mano y le puso la mano, en el lugar. -Allí, está justo ahí.

Inmediatamente esté volvió a buscar los latidos, y la zarandeo emocionado. 

-¿Lo escuchaste?- Mitsuki asintió, pero hubo algo que no le gusto. 

-Vamos, por aquí -la sacó de la cama y tiró de ella, la tomo en sus brazos recargando la en su hombro. -Tenemos una maquina se lectura de chakra, quiero verlo. 

Sarada se acomodó, y recostó su rostro en su hombro, era bastante cálido, ahora que lo pensada, siempre trasmitía ese calor con sus acciones, aunque antes su toque era frió, ahora todo era acorde a como era realmente, este sentimiento, está sensación de aceptación, era increíble, en verdad era una reacción desmesurada, en comparación a la que estaba esperando. La llevó a esa habitación, que anteriormente la misma Karin la condujo, la depositó en la misma camilla, Sarada tomo el gel, ya sabia más o menos como seria esto, mientras Mitsuki conectaba los cables, ella tomo limpió el mango de la lectura de chakra, 

-¿Estás nervioso?- le preguntó cuando lo vio sentarse a su lado y ajustar el monitor. 

-Si- de hecho nunca lo había estado tanto.

-Yo también estoy nerviosa. pero ya verás como se te pasa -ella posicionó el mango en el lugar donde ella podía verlo, a su feto, con sus propios ojos, y la imagen en el monitor se reveló. 

El albino se quedo sin aliento, no sabia a que cosa aferrarse, si al cuerpo de Sarada o al monitor -es pequeño, todavía ¿cuándo podre tocarlo?- la imagen se veía borrosa, podía verse la concentración de chakra en el lugar pero carecía de nitidez.

Sarada entrecerró los ojos, con verlo a través del monitor y escuchando sus latidos debería bastar ¿no crees? al menos por ahora. 

Al día siguiente despertó enterrada en su abrazo, una de las manos de él delicadamente le hacia cariño en su vientre, se levantó, tomo el gel, unas vendas, y lo despertó. 

-¿Me acompañaras a la aldea?- le preguntó contenta de poder contar con él desde ahora. Trabajar para la aldea se había vuelto su prioridad.

-No deberías trabajar... -se calló en cuanto vio ese ceño fruncido viéndolo -haz lo que quieras de todas maneras estaré allí contigo.