Al regresar de nuestra corrida con Isaac, tocamos la puerta de mi casa y nos instalamos en el sofá mientras mi madre preparaba algo para comer.
—Uff, corrimos demasiado. —suspiré.
—Sí, pero para mí no fue un problema.
—Jeje, para mí tampoco. Incluso me la pasé muy bien en tu compañía. —me sinceré.
—¡Yo también!... Qué casualidad. —Isaac agachó la cabeza sonriente.
—¿Qué te parece si hacemos algo más tarde? —propuse.
—¿Algo como qué?
—No sé... algo así como ir a un picnic o no sé.
—¡Ya sé! Como aún es temprano, podemos ir a un picnic en el parque, luego podemos subir a un bote en el lago y, por último, podemos ir a comer algo.
—¡Claro! Es una gran idea.
Le pedí a Isaac que me esperara mientras me arreglaba, y al bajar, salimos de casa.
No sé por qué, pero la ausencia de Lukas comienza a preocuparme.
—Espero que la pases bien hoy. —dijo Isaac.
—Si es en tu compañía, claro que sí. —sonreí.
Perspectiva de Aiden:
Bueno, sé que a veces soy un acosador con Limber, lo admito y no me enorgullezco de ello, pero al asomarme a la ventana y verla sentada junto a Isaac, sonriendo muy plácidamente en el sofá, siento una presión inexplicable en el pecho y unas tremendas ganas de ir a dañarles el buen momento que están pasando.
Maldición, quisiera estar en posición de Isaac, buscar alguna otra excusa para volver a salir con ella, pero no se me ocurre ninguna que no me haga ver como un completo intenso.
—Tch. —me pasé la mano por el cabello, un poco frustrado.
No soporto la idea de ver a mi hermano coqueteando con ella, porque sé que él internamente se siente atraído de alguna manera hacia ella, lo sé por su manera caballerosa de actuar y ese maldito hoyuelo en su mejilla cuando le sonríe.
Sin saber por qué, mi cuerpo actuó por sí solo. Comencé a vestirme.
Y sin saber por qué, ya me hallaba saliendo de la casa y persiguiéndolos disimuladamente; menos mal que me puse una chamarra, así podré ocultar mi cara con la capucha.
Aunque sé que son más los momentos que ha pasado conmigo que los que ha pasado con mi hermano, me hierve la sangre al imaginarla haciendo cualquier mínimo gesto que hace conmigo con él, porque sí, soy un egoísta que quiere conquistarla, a pesar de que no puedo tener compromisos. Sé que quizás estaría mejor con Isaac, pero no puedo evitar sentir celos cuando la veo de esa manera con él o Lukas.
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𝐕𝐞𝐜𝐢𝐧𝐨, ¿𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐬𝐚𝐥?
Non-FictionLimber y Aiden, vecinos que no podrían llevarse peor, ven sus destinos cambiar de manera inesperada. Una madrugada, Limber se encuentra en la inusual situación de tener que pedirle sal a su estúpido y mujeriego vecino. Este encuentro podría desencad...