capitulo 15- llamada...

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Cassandra.

Nos dirigimos al lugar en el que creía que se encontraba mi amiga.

Era parecido a un viejo almacén.

—¿estas segura que es aquí?.—preguntó lukas.

—eso dice Google Maps.—me encogí de hombros.

—entremos.—aiden se adelanta.

—espera, no sabemos si es una trampa.—dijo lukas.

—¿quien dijo que voy a entrar de la manera fácil?.—aiden se mofa.

Lo miramos.

El chico rubio pega un salto quedando colgado de la ventana, luego escala rápidamente hasta llegar al techo.

—voy a mirar desde la parte superior y ustedes intenten entrar por abajo.

—vale.—dije.

Minutos después nos encontrabamos dentro del viejo almacén intentando reconocer alguna pista.

—hey, chicos.—aiden salió desde el interior del almacén, supongo que encontró un hollo en donde introducirse para llegar hasta allí.

—¿que?.—responde lukas de mala gana.

—creo que encontré algo.—aiden agita frente a nosotros el celular de mi amiga y...una carta.

—¿que dice la carta?.—pregunté.

—no lo sé, decidí leerla cuando estuviéramos reunidos.—responde.

—léela.—ordenó mi hermano.

—ok.—acto seguido, aiden abre la carta y comienza a leerla.—“sabemos que van a venir aquí a buscarla, pues como se han dado cuenta, ella no está aquí, Aiden y lukas, ustedes nos deben algo de lo cual vamos a tomar venganza. Si son inteligentes, salgan de aquí, ya que el lugar explotara y esperen mi llamada”.

—¡¿que?!.—abrí los ojos como platos.—¡tenemos que salir de aquí!.

A continuación, comenzamos a correr hacia la salida, abrimos y minutos después, las llamas se elevaron tras nosotros y la gran explosión resonó.

Afortunadamente, solo fuimos expulsados de manera brusca a lo lejos y luego nos levantamos.

Mi corazón latía frenéticamente dentro de mi pecho, parecía que se iba a salir.

Aiden.

Aquella explosión provocó en mi una gran conmoción, no podía creer que unos tipos desconocidos y con la cabeza hueca, se hubieran llevado a la chica que amaba.

No podíamos hacer nada más que esperar.... La llamada que cambiará todo.

Nos pusimos en marcha hacia mi casa, la cual era la más apropiada dónde llegar.

Al llegar, isaac me recibió con los brazos cruzados y una expresión molesta.

—¿donde estabas?.—me repasó con la mirada y bufó.—sabes que si mis padres te ven con esas heridas, te van a meter en problemas.

—mas problemas de los que tengo, ¡ja!, No lo creo.—expresé irónicamente.

—¿que fue exactamente lo que sucedió?, ¿porque tienen esa cara de velorio?.—isaac se hizo a un lado permitiendonos pasar.

—pues verás...—la amiga de Ayana comenzó a explicar.—entonces fue allí cuando sucedió la explosión y salimos volando por los aires....—al explicarle todo a mi hermano, este no pudo evitar mirarme con odio y apretar su mandíbula.

𝐕𝐞𝐜𝐢𝐧𝐨, ¿𝐭𝐢𝐞𝐧𝐞𝐬 𝐬𝐚𝐥?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora