Capitulo 18

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El timbre me indica la hora de salida, acomodo mis cosas rápidamente y al terminar me levantó, acomodo mi incómodo uniforme de los martes y volteo a ver a Jungkook.

- ¿Apurada, bebé? - Pregunta Jungkook tratando de ocultar una sonrisa.

- Mmm... Algo asi, anda vamos, hoy solo me dejaras en casa porque tengo un compromiso con mis padres - Finjo cara de fastidio y me doy cuenta que se la cree por que ríe.

- Bien -

Caminamos tomados de la mano rumbo a mi casa, sin importarnos quien nos veo de manera extraña.

Aun sigo sin entender porque se les hace tan raro que yo salga con Jungkook... Él es guapo, inteligente, no es él típico chico que esta pensando solo en sexo y deportes, incluso a él no le gustan del todo los deportes pero le gusta mantener su cuerpo bien cuidado.

A comparación de otros chicos, Jungkook trata de mantener ocultos sus músculos, no quiere hacerlos notar tanto.

Pero como yo ya los vi, no tengo intenciones de que alguien mas los vea.

- Kookie, te quiero pedir un favor - Digo deteniendo nuestro caminar.

- Claro, ¿Cual es? - Pregunta con su ceño fruncido al notar mi cara de seriedad.

- Necesito que hoy no vayas a mi casa, te veré mañana en el Instituto y te contare unas cosas, no quiero que te preocupes, no es nada malo - Digo tratando de hablar con normalidad, sin nervios de por medio.

- Eso solo me hace preocupar mas... Pero confiare en ti -

*****

Me adentro en la habitación oscura de la casa abandonada con todo lo que necesitare, incluso los escritos que debo poner en las paredes con pintura, el encendedor, cerrillos por si no funciona el encendedor, mucho papel y por último... La carta de Jae.

Tambien traje el collar que compramos, él tenía uno y yo otro, siempre decíamos que era de buena suerte y espero sea verdad porque la necesitare hoy.

Los golpes de puertas comienzan a escucharse fuera de la habitación y comienzo a encender unas velas tiradas en el piso.
Al tener iluminada la habitación saco la pintura negra y los escritos, lo primero es poner la representación de abraxas y escrito

 Al tener iluminada la habitación saco la pintura negra y los escritos, lo primero es poner la representación de abraxas y escrito

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Con nerviosismo y miedo comienzo con lo dibujado en el papel, tal vez no me salga idéntico, pero me estoy esforzando.

Al término de eso, enciendo un hoja de libreta, me acercó a la madera que esta en medio de la habitación, y con tan solo tocar un tronco todos los demás se enciende en un gran fuego.

Tomo de nuevo el papel y comienzo a pronunciar su nombre que esta escrito en griego.

Αβραξας

- Abraxas, Abraxas - Comienzo con voz baja, pero con el pasar de los minutos lo intensificó hasta que lo siento.

Él esta en la habitación. Su presencia familiar me hace saber que es él y comienzo a pensar en mi cabeza lo que quiero que suceda.
Pienso en Baek, en cuanto quiero que sea libre de ese ente que lo esta siguiendo, en cuanto quiero que este bien para poder estar con su madre y Dae-Hyun, incluso con Young, Sun-Hee y conmigo.

Baek, por mas que haya actuado mal con Jungkook o con otros de sus compañeros no merece lo que le pasa ahora, él solo pensaba en su madre que esta enferma, en no perder a la mujer de toda su vida.

Cierro fuertemente los ojos al comenzar a sentirlos picar por el humo del fuego frente a mi. 

Con ojos cerrados comienzo a ver a Baek en un lugar en completa oscuridad, corriendo en busca de una salida con desesperación y miedo. Y mas al fondo del oscuro lugar, el hombre sin ojos de la habitación del segundo piso. El demonio. Con una sonrisa de superioridad y satisfacción al tener a Baek.

- No lo salvaras - La gruesa voz del demonio se esparse por el lugar y Baek me voltea a ver.

- No - Susurra asustado. - Vete ¡Vete! ¡El te atrapara! ¡Vete! -

Corre a mi y me abraza con desesperación.

- Por favor, vete - Susurra en mi oído con debilidad.

La figura de Baek empieza a ser iluminada por una extraña luz proveniente de un techo.

La arrogante sonrisa del demonio comienza a desaparecer al ver lo que sucede.
La figura de Baek desaparece y yo solo ve la furia del demonio, sin poder hacer algo ante su velocidad sobrenatural, él toma con fuerza mis dos brazos, siento como quema su toque y comienzo a gritar de dolor.

- Eres una maldita - Su rostro furioso me asusta, mas cuando esos dos huecos donde deberían estar sus ojos me muestran a Jae, siendo golpeado, con  látigos por criaturas demoníacas, Jae pide ayuda y piedad pero no paran de azotarlo en todo el cuerpo.

- Yo tengo a tu querido hermanito, Hye, mira como mis sirvientes lo castigan por su suicido, se lo merece por pecador - Se ríe en mi cara provocando mas gritos de mi parte. - Nunca vas a ayudarlo, y sufrirás lo mismo que él -

El dolor se extiende por todo mi cuerpo debilitándolo, todo se pone borroso y lo último que veo es a Jae, gritando por ayuda.

Abro los ojos viendo a Jae frente a mi, pero se por la sensación en el ambienté no es mi hermano.

- ¿Él en verdad esta en el infierno? - Preguntó al borde de las lágrimas.

- No, él no merece estar ahí, él demonio solo te mostró una imagen de algo que te lastimaría para dar tu alma - Dice con seriedad y simpleza.

- ¿Donde esta él ahora? -

- Donde las almas buenas deben de estar - Una sonrisa aparece en su rostro recordándome a un Jae feliz.

~

- Hye... ¡Hye! - Los llamados de una voz conocida me hacen abrir los ojos, pero con mucha dificultad lo hago al sentirlos tan pesados.

Veo frente a mi a Namjoon a Jin y a Baek, que están con rostros totalmente preocupados, comienzo a examinar el lugar y es la habitación de la casa abandonada.

- ¿Como sabían que estaría aquí? - Preguntó levantándome con lentitud. Al presionar los brazos en el piso siento un horrible ardor y puedo ver unos horribles rasguños y quemaduras en forma de mano.

- Él nos aviso, nos dio señales y nos mandó hasta ti - Jin me levanta del suelo y me lleva a una silla.

- ¿Baek? ¿Como estas? - Preguntó viendo a mi amigo con un rostro con mas color y mas vivo.

- Ese demonio ya no esta mas en mi - Sonríe y corre a abrazarme. - Me salvaste, te debo la vida -

- Pagamelo comprando comida, tengo mucha hambre - Todos comienza a reír por mi comentario.

Veo el pasillo de la casa que esta aun oscuro. Frunzo el  ceño.

- ¿Qué hora es? - Preguntó yo.

- Son las 3:55 de la mañana - Habla Namjoon.

Mi respiración se detiene por unos momentos y miro a todos con impresion.

- Jungkook, ¿Qué le han dicho? - Me levantó con rapidez y comienzo a guardar mis cosas notando que la carta de Jae no esta mas.

- Él estaba desesperado, pero tratamos de calmarlo diciendo que podrías estar con tus padres en algo importante - Jin menciona algo de pena.

- Vámonos, es hora de irnos de aquí, mañana hablas con Jungkook - Baek menciona mirando el pasillo, donde no hay nadie. -No quiero ver mas este piso, mejor dicho, no quiero volver a estar en esta casa nunca más -

Comenzamos a reír todos y yo con ayuda de Namjoon comienzo a caminar lento como si todo en mi pesara y doliera.


Darkness [Jungkook BTS]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora