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-Debo contestar -gimió Betty, empujándo a Archie, no podía escapar de sus brazos. Ese tono de su móvil era inconfundible y debía responder, sí no Troya ardería.

-No... -los labios de archie seguía saboreándola, aprisionándola contra su cuerpo.

-Lo siento -en un ágil movimiento se separó de él-. Tengo que hacerlo -Betty se apresuró a buscar su móvil dentro de su bolso, apartándose considerablemente de archie. La llamada fue desviada directo al buzón de voz. Gruñó por lo bajo. Ahora ella tenía que llamar a jughead. Iba a marcar cuando su móvil volvió a sonar.

-¡betty! -gruñó jughead.

-Sí, lo siento. Mi móvil estaba en mi bolso -y tenía que separarme de los incontenibles labios de archie.

Pensando en Archie, él se acerco a ella por detrás. Posó sus brazos alrededor de su cadera y sus labios iniciaron un voyage por la longitud de su cuello, dejándo besos húmedos ahí. Ella se alejó, era demasiado para sus sentidos. Apartó delicadamente sus manos de su cuerpo. Sus cuencas achocolatadas, le suplicaron que se comportara. Debía poner su completa atención a la llamada. Jughead aventó varias preguntas, que ella respondió eficientemente.

Cinco minutos después, se despidió de él y finalizó la llamada.

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Jughead tenía la maquiavelica intención de arruinar los planes de cama de Betty. Le fue extremadamente placentero cuando marcó su teléfono.

-¡betty!

-Sí, señor jones -dudó Betty, esperando a que él continuará hablando.

-Necesitamos ir a Japón, ¿cuánto tiempo le tomaría hacer los arreglos para el viaje?

¿Nosotros? Su corazón latió a la velocidad del aleteo de un pequeño colibrí.

Betty suspiró silenciosamente. Ahora que he conocido a alguien-. Es un país con visa de entrada fácil -pensó en alto-. El píloto va a necesitar sólo tres horas para la inspección antes del vuelo. Llenar el avión con combustible y el papeleo llevará un día -calculó Betty-. Podremos partir mañana en la tarde -trató de disimular la decepción en su voz. Archie la quería ver la próxima noche.

Jughead golpeó levemente el tablero del volvo. Él podía ir sólo a ese viaje. No necesitaba a su secretaria para propósitos administrativos, simplemente la quería a su lado por una razón que no se atrevía a aceptar, aún.

-Me voy a ver con un ingeniero aeronáutico que habla más rápido que la velocidad de la luz -justificó jughead-. Así qué quiero qué tome notas y carruaje consigo una grabadora -agregó.

Cómo podía mantener su rostro recto tras decir semejante mentira, no sabía. Su habilidad para procesar información no estaba dañada. De hecho era considerado un hombre con gran capacidad de procesamiento de datos en su cabeza. A él le sorprendió que su secretaria no se diera cuenta, al fin y al cabo iban a viajar a otro país.

-Vamos a ir a Tokio -corroboró Betty.

-Sí, a Shibuya -confirmó jughead. Betty asintió. Siempre le pasaba llamadas de una empresa privada desde ese lugar.

-Siento la interrupción -sonrió ella, disculpándose. Guardó su móvil en su cartera.

-Creo que no hemos perdido el tiempo -archie atrajó a Betty de nuevo a sus brazos.

-No se suponía que nos estuviéramos besando en nuestra primera cita -le recordó Betty.

-Pero sí fuiste tú la que me besó -la corrigió.

𝕾𝖊𝖉𝖚𝖈𝖎𝖉𝖆 𝖕𝖔𝖗 𝖒𝖎 𝖏𝖊𝖋𝖊(𝖇𝖚𝖌𝖍𝖊𝖆𝖉)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora