Diez.

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Capítulo diez.

Olivia.

— Boluda ¿Por qué te fuiste?—Preguntó Malen del otro lado del celular, parece que se había acordado un poco tarde de que me había dejado en su casa, porque me llamó a la noche.

Y mañana era sábado.

— Mi vieja me llamó, teníamos que ir a comer a la casa de mis tios.—Mentí, obviamente no le iba a decir "me fui porque le dije a tu hermano que es cornudo y se enojó, nos bardeamos y me tuve que ir porque no lo aguanto", obvio que no.

— ¿Qué?—Gritó del otro lado, me tuve que alejar el teléfono.—Valientin me dijo que te habías ido porque te dolía la panza.—Abrí grande los ojos, y como si fuera por arte de magia y todos los Dioses estuvieran conmigo le respondí:

— Pasa que me dolía la panza también, pero no le iba a estar dando explicaciones a él, por eso le dije que te diga que me dolía la panza así no le explicaba todo el lío.—Finalice, me autofelicite por ser tan genia.

— Ah, con razón.—Dijo convencida.—Había comprado alta comida para hacerte y te fuiste.

Me reí y me recoste de nuevo en mi cama.

— Perdón...—Hablé agarrando mi pelotita para los "nervios" que para calmarte ayudaba.—¿Mañana nos juntamos?—Pregunté, se quedó un rato en silencio, hasta que gritó del otro lado:

— ¡Ay la puta madre una araña!—Me reí hasta quedarme sin aire.—¡Esta caminado para mi lado la re concha de la lora!

— Matala pelotuda.—Me reí mucho más.

— ¡Me esta mirando ¿Qué hago?!—Gritó del otro lado, giré los ojos por lo axagerada que es.

— Salí de donde estes.—Si estuviera con ella le pegaría un sopapo para que deje de ser tan exagerada

— La puta madre, la puta madre, la puta madre.—Repetía, del otro lado se escuchaban ruidos.—Listo.—Suspiró.

— ¿En dónde estás?—Pregunté riendo, sentí que se quejó.

— En la pieza de Valen.—Abrí los ojos y me quedé callada.

No sabía si decirle que salga de ahí porque si la llegaba a encontrar la cagaba a trompadas o no decirle nada y hacer como si no me importará, elegí la última.

— Tiene bocha de forros.—Se río.

— Malen, no le reviseses las cosas.—Dije calmada, aunque por dentro estaba gritando para que corra por su vida.

— Al final no era tan boludo eh, se lo tenía guardado.—Volvió a reír, mordi mi labio.

Y bueno, también esta re bueno el chabon no me sorprendería que tenga una vida sexualmente activa.

— Si bueno, te caga a palos si te encuentra en su pieza.—Advertí, sentí su risa otra vez.

— Seguramente que si pe...—No alcanzó a terminar que escuché la voz de Valentín.

— ¿Qué haces acá?—Melen se río un poco nerviosa.

— En mi pieza hay una araña.—Respondió, me acomode en la cama y escuché atenta, quería escuchar como la cagaban a palo, no es que sea forra pero si mi hermanito entrará a ver lo que tengo en mi habitación no me gustaría.

— Toca de aca Malen, ¿Qué tenes que estar haciendo pelotuda?—Preguntó enojado, me aguante la risa, por algún motivo quería verlo así.

— Estoy hablando con Olivia, decile hola.—Escuché un ruido, y unos golpes.

— Ay, Malen me re dolió forra.—Se quejó, escuché un suspiró.—¿Si la saludo te vas a ir?

— Obvio.

— Hola Olivia.—Escuché, giré los ojos y corte el celular, todavía seguía enojado con él.

Capaz era un poco resentida, sólo un poco, pero ¿Quién lo manda a no creerme?


🌻🌻🌻

— Liv...—Me sacudió mi hermanito, le encaje un palmaso por haberme despertado y él se quejó.

— ¿Qué queres pendejo?—Hablé todavía entredormida, no lo odiaba, pero también lo iba a saludar con todo el amor cuando estaba durmiendo y él me viene a despertar.

— Mami y yo vamos a casa de tía Vero ¿Venís?—Preguntó poniéndose la mano en la frente donde aparentemente había sido el golpe, me dio un poco de pena, pero tampoco para pedirle perdón.

A penas tenía seis años y no le iba a pedir perdón por ser un nenito, ese no era mi estilo.

— No Bautista.—Me queje y me volví a dar vueltas.—Decile a mamá que no quiero.

Escuché que dijo un "bueno, chau Liv". Me decía así porque nunca le salió mi nombre completo y nunca traté de corregirlo porque me gustaba como lo decía, parecía re yankee.

Cuando ya me estaba quedando un poco dormida mi mamá entro a la pieza, interrumpiendo mis horas de sueños otra vez.

— Si no vas Olivia, te levantas y haces algo útil, no vas a pasar todo el día tirada.—Habló abriendo la ventana y después las percianas.

— ¡Ay mamá! Cerra eso.—Me queje tapandome hasta arriba con las sábanas.

— No Olivia, ya hablé.—Dijo, esta vez destapandome y haciendo que vea la horrible luz.—Nosotros nos vamos, más te vale que hagas caso, te amo.—Dijo dandome un beso y seguramente dejando su labial en mi mejilla.

Así era ella, te retaba pero decía un "te amo" al final de todo.

— Malparida de mierda.—Murmure entre dientes cuandose fue, lamentablemente ese insulto me lo habia pegado mi abuela en las vacaciones cuando todos los fines de semanas iba a jugar al truco con ella.

Obviamente apostabamos y cuando me ganaba no me daba plata por una semana, así de buena abuela era la vieja.

Me levanté porque una vez que me despertaban no me podía volver a dormir, era un defecto que tenía, al menos eso consideraba yo.

No iba a limpiar, iba a hacer tarea para adelantar un poco.

Empecé a buscar mi mochila, y al darme cuenta de que no estaba por ningún lado de la casa, empecé a asustarme. Hice memoria la última vez que la usé, hasta que me acordé.

Quedó en la casa de Malen cuando me fui sin agarrarla, e ir a su casa implicaba verle la cara al hermanastro.

Osea a Valentín.

























🌻🌻🌻

Volví con ganas de cagarme encima por las amenazas que me estaban llegando por no actualizar.

Jajaja salu2

¿Les va gustando?

Esperen el otro capítulo, va a estar bueno.

80 votos y sigo.

Seee, crecimos un montón.


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