Capítulo treinta y ocho.
Olivia.
— Dale boludo, es tu hermanita no te podes enojar por eso.—Largue una carcajada viendo como Valentín se cruzaba de brazos con las mejillas rojas y suspiraba enojado.
— Nos cagó el garche la mocosita.—Habló acomodando su pelo y poniéndose la remera otra vez, me reí y me acerqué para tirarme arriba de él y tirarlo a la cama largando una carcajada, apoyó sus codos en el colchón doblados y mirándome con el ceño fruncido.
— Yo te dije que acá no y vos empezaste a decir que no iba a entrar nadie.—Giré los ojos, pero al ver que su ceño seguía fruncido me senté mejor en sus piernas y lo tomé de las mejillas.—Eu...
— Pero vos me dijiste que querías hacer ejercicio conmigo.—Habló haciendo un puchero, largue una carcajada por eso y empecé a acariciar sus mejillas con tranquilidad, para que se calme un poco.
— Si, pero no creí que tu ejercicio sea así.—Me reí divertida logrando que sus ojos azules me miren por fin, arrugo su nariz y mordió su labio.
— Dale boluda.—Se rió estirando si boca para que le de un beso, me reí y empecé a dejarle besos por todo sus labios, mientras agarraba su mejilla y acariciaba su pelito castaño.
— Cuando estemos solos Valen, es re feo coger con alguien en la casa.—Hablé mordiendo su labio, largó un suspiró cerrando sus ojos y levantó un poco su cadera para pegarla contra mi.
— ¿Ni siquiera un oral?—Susurró sobre mi boca, haciendo poner un poco roja por como lo dijo, revolviendome toda la panza, negué con la cabeza causando un puchero de su parte y me reí.—Un pete.—Pidió cerrando sus ojos.
— Valentín, esta tu hermanita, ¿Vos querés que se traume si entra y te ve la pija parada?—Pregunté entré risas aunque un poco sería, lo pensó un poco y después me miró negando con la cabeza.
— Lo único que falta es que quiera hacer esos con los wachines toy's de su jardín.—Habló negando con la cabeza y como si se lo imaginara largó una puteada.
— Valentín, ¿Sos boludo amigo?—Le pegué un sopapo en la cabeza para que deje de hablar boludeces, sonrió un poquito y se hundió de hombros.
— ¿Qué? Yo era re campeón en jardín, le robaba besos a todas mis compañeritas.—Sonrió ganador y yo giré los ojos, subiendo una ceja sin creerle.
— Deja de mentir bobo.
— Bueno es verdad, si era alto virgo, siempre me sentaba en un rincón y jugaba a los autitos con mis maestras porque no tenía amigos.—Hizo pucherito, me agarró pena y ternura mezcladas, quería volver el tiempo atrás y ser amiguita de Valen para que no sufra así, lo tomé de las mejillas para darle un besito en su boca y sonreí.
— Y mira ahora, seguís siendo virgen pero tenés amigos.—Lo jodí mirando su cara, fruncio el ceño indignado y yo largue una carcajada.
— Mi pija no dice lo mismo.—Habló manoteandose el paquete, me reí pasando mis brazos por su cuello y me tiré arriba de él para abrazarlo mejor.—Y vos tampoco decís lo mismo.—Susurró pasando sus brazos por mi cintura tirándose de espaldas al colchón.
— Cállate.—Me reí escondiéndome en su pecho y dejando unos besitos chiquitos, amaba esa parte de su cuerpo, la cadena que colgaba de él y su piel tan sensible y cálida que se erizaba enseguida cuando dejaba besos, y su aroma, su perfume era lo más rico del mundo.
Fue bajando sus manos hasta mi culo, poniendo una en cada nalga, empezando a apretarlo suave y despacio, se removió abajo mio y suspiro bajando otra mano a mis mulos, pasando por toda mi pierna.
— ¿Puedo meterte los dedos?—Preguntó con la voz baja, pero sin darle vergüenza estar pidiendo eso, paré los besos y subí a su cara para mirarlo a los ojos, sonrió inocente y agarró de nuevo mi cintura.
— Andas re pajero hoy Valen.—Hablé riendo un poco, aunque en cierta parte era verdad, andaba re pajero, hace mucho no se ponía así, y me daba un poco de culpa por no querer, en realidad si quería, pero no podía hacer algo si estaba su hermana acá al lado, simplemente no me salía.
— Es que tu cuerpo me vuleve loco.—Justificó hundiéndose de hombros, giré los ojos y me agache a su altura para besarlo despacio, sin presión y sin ninguna otra intención, me lo siguió enseguida, sonriendome en los labios y volviendome mucho mas loca.
Acaricie su nuca con paciencia, y él por su parte acaricio mi cintura sin presiones, erizandome la piel enseguida. El beso duro mucho, tal vez porque íbamos tranquilos y los movimientos que hacían nuestros labios eran tan suaves que enamoraba mucho más, me separé dejando besos y él recibiendolos con una sonrisa.
— Es re lindo pollerear así.—Dijo acariciando mi mejilla, y después llevando su dedo pulgar a mis labios para acariciar el contorno.
Sonreí y dejé un besito chiquito en su dedo, nos acomodamos en la cama en una posición que nos dejaba vernos a los ojos, el de costado y yo también, sus brazos rodeaban mi cintura con un poco de fuerza y mi pierna estaba entre las de él, enredándose, mis ojos no querían salir de los de él y por lo visto sus ojos no tenían intenciones de salir de los mios.
Era tan hermoso estar así con él que me llenaba el corazón con una sensación extraña, pero raramente linda, cubriendo hasta los huesos de mi cuerpo, era una sensación extraña y perfecta al mismo tiempo, no quería que se acabé nunca.
— Eu...—Susurró con sus ojos brillosos, pero aún así sin sacarlos de mi, moje mis labios y me acerqué más a él para sentirme mucho más protegida en sus brazos.
— ¿Qué?—Hablé también en voz baja, como si ninguno quería romper esa capa de tranquilidad y serenidad que se había formado en toda la habitación, solo se escuchaban nuestras respiraciones y los latidos de mi corazón en mis oídos.
— Nuestra mirada la fuerza más linda de todas.—Habló mordisqueando sus labios, soltando medio nervioso aquello, y esas palabras hicieron que todo lo que tenía en mi mente se vaya, pintando todo de colores claros que me hacían estallar el pecho de amor.
Como mis manos temblaban en poco y una sonrisa estúpida cruzaba por mis labios, inevitable era aquello, esa sensación de sentirse completa con él, con alguien que al principio parecía un desconocido y ahora estaba al lado mio haciéndome enloquecer de amor por él. Me reí sin poder creer eso y mordí mi labio comparando lo que pensaba antes de Valentín y lo que pensaba ahora.
Era completamente diferente ese pensamiento, ahora me estallaba todo el cuerpo de amor. Me acerqué a sus labios y lo tomé de las mejillas para besarlo despacio, intentando demostrar todo eso que sentía, el amor que le tenía.
— Te amo Valentín, sos todo lo que quiero.
Valentín era único, no hay con que darle.
🌻🌻🌻
Cuál flashaba con esa parte d melón vino, jaja grabiela deja d hacer chanchadas
-2 cap y chau desconocido </3
Si hay algún error lo corrijo más tarde xq alta paja dea, lxs tkm
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Desconocido ; Wos
Fanfiction❝¿Te dije que tengo un nuevo hermanastro?❞ · Queda totalmente prohibida la copia completa o parcial de esta novela, todos los derechos reservados.