Doce.

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Capítulo doce.

Olivia.

— ¿Me esperas acá?—Preguntó Valentin, asenti con la cabeza sin sacarle la vista de encima.

Sonrió y subió rápido las escaleras, dejándome sola sentada en el sillón. Me sentí un poco rara después del abrazo, no era nada malo pero todavía seguía sintiendo la sensación de la respiración tranquila de Valen en mi cuello, y su perfume en mi nariz.

Agarré mi celular y leí los seis mensajes que me había dejado Malen, mordi mi labio con nerviosismo.

Pero cuando abrí su chat solté el aire que contenía en los pulmones, en resumen eran todos preguntándome si había encontrado mi mochila, le respondí con un "sip", y volví a salir del chat.

Al darme cuenta de que Valen ya se encontraba en frente mio con una remera tapando sus perfectos abdominales me frustre, lo quería seguir viendo así.

— ¿Hace cuánto qué estas parado ahí?—Pregunté encarnando una ceja, se hundio de hombros y me miró.

— Desde cuando te mordiste...—Dudó en si decirlo o no, pero al final termino hablando.— el labio.—Esto último lo susurró mirando para abajo.

Sonreí y le pegué amistosamente en él hombro.

— Loco de mierda.—Bromeé con una sonrisa, causando su risa.

Y recién ahí me di cuenta, esa risa, la había escuchado hace tiempo pero todavía no salía de mi cabeza y aunque traté de decirme a mi misma que no era la gran cosa, yo sabía que sí, porque era hermosa.

Sus ojos fueron a los míos y cuando los encontró me dejó ver una sonrisa, que inmediatamente hizo aparecer la mía.

— ¿Queres ver una peli?—Preguntó, miré la hora en mi celular y recién me di cuenta de que era temprano, dentro de todo—, si no te tenes que ir obvio.—Agregó, causando que lo vuelva a mirar.

— No, esta todo bien.—Dije sonriendo.—Pero la elijo yo.—Hablé agarrando el control, giró los ojos y suspiró.

— Las películas de Disney no me caben.—No supe diferenciar si era broma o no, pero igualmente lo miré mal.

— ¿Quién dijo que iba a poner una de Disney?

— Tu cara te delata.—Soltó, sonriendo canchero.

— ¿Qué cara bobo?—Le hice una seña con las manos de "que decis".

En realidad tenía razón, iba a poner una de Disney pero ahora que me dijo eso no lo quería hacer, ni tampoco iba a admitir que tenía razón.

Me senté otra vez en el sillón al lado de él y lo miré con el ceño fruncido, él por otra parte me miró divertido.

— A vos seguro que te caben esas películas sangrientas.—Hablé mirándolo bien, levantó los hombros y volvió a mirarme.

Con esos ojitos azules, medios celestes.

— Seh.—Admitió haciendo una mueca.

— A mi también.—Mentí, solo lo hice para que no se burle de mi ni de las películas de Disney.

Esas películas me llenaban el corazón al verlas, aunque el no tenía porque enterarse.

— Entonces pone una.—Subió las cejas sin creerme, giré los ojos y empecé a buscar una en Netflix.

Aunque la mayor parte el ya se las habia visto, así que optamos por una de terror, aun peor que las otras.

Si me daba miedo la oscuridad, me daba mucho más miedo estas películas, pero otra vez, él no tenía porque enterarse.

Nos acomodamos mejor en el sillón, aunque yo un poco más cerca de él que recién, sólo habia una razón: porque seguramente iba a terminar en un ataque de miedo y él era el único que estaba acá.

O capaz que también era porque me gustaba su perfume y si me acercaba a él lo iba a sentir mejor, envolviendo mi nariz.

No tuve mejor idea que poner Siniestro, una película vieja pero que te transmitía un miedo de la reputa madre.

Íbamos por la mitad de la película y las cosas raras ya habían empezado a aparecer, cerré los ojos sintiendo como mis manos temblaban, definitivamente era super cagona para esto.

Lo admito, nuna tendría que haberle dicho que si.

Escuché su risa.

— ¿Ya pasó?—Hablé sin abrir los ojos, él se encargó de pronunciar un "si".

Pero cuando los abrí y miré la pantalla me di cuenta de que no, no había pasado nada.

— Forro de mierda.—Dije asustada, volví a escuchar su risa y como pasaba un brazo por mis hombros.

Aunque mi corazón ya haya estado acelerado su acto hizo que estalle en miles de latidos, bombeaba sangre en un ritmo inhumano.

— Tranqui, ni que te fuera a hacer algo.—Habló mirándome, la luz de la tele alumbraba un poco sus facciones, sus ojos azules parecían brillar más y el pircieng en su ceja lo hacía ver mucho mas lindo.

Tragué saliva y miré otra vez a la pantalla, disimulando un poco, aunque sea un poco imposible.

Sin darme cuenta mi cabeza ya estaba en su pecho y uno de mis brazos acomodado en su abdomen abrazandolo, no sabía como había pasado ni siquiera sabía si lo había hecho yo involuntariamente o él en un descuido.

De todas formas me gustaba, ahora su perfume estaba tan cerca y el calor de su cuerpo me calentaba, no de la forma turbia, sino todo lo contrario, daba un calor muy agradable para mi.

Vi como pasó su lengua por sus labios, no se si aproposito pero aun así logro captar mi atención, ahora mis ojos estaban fijos en aquellos labios.

Parecían suaves...

Frunci el ceño y despeje mi mente, no, no lo podía ni pensar.

¿Yo y él?

¿Un desconocido y yo?

Mordi mi labio, con la vista fija en la pantalla aunque lo que menos veía era la película, sólo podía imaginarme cosas.
Aunque no era un desconocido, al menos eso creía yo.

Era el hermanastro de mi mejor amiga, nada de otro Mundo.

Pero esa sonrisa, si que era de otro Mundo.























🌻🌻🌻

Perdón por la tardanza bro.

Espero que les guste.

Voten muchito.

En el capítulo pasado llegamos a 100 voticos, y ni cuenta me había dado.

Pero gracias por todo, lxs amo.

Desconocido ; WosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora