Treinta y uno.

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Capítulo treinta y uno.

Olivia.

Como le prometí a Valentín, a la noche estaba saliendo de la pieza de Malen, caminando de puntitas y sin hacer mucho ruido para no despertarla, aunque tiene el sueño re pesado, abrí la puerta con mucho cuidado y la volví a cerrar cuando ya estuve afuera.

Largue todo el aire que me estuve aguantando mientras caminaba, y me dirigí a pasos rápidos a la pieza de Valentín, acomode mi pelo en un rodete y golpeé la puerta cuando estuve lista. En el tercer toque, la abrió, dejándome ver sus ojos azules del otro lado.

Estaba en cuero, con un pantalón para dormir y el elástico del boxer se dejaba ver por arriba de su pantalón, me encantaba verlo así, todo despeinado y en cuero.

— Ya se que soy hermoso, pero no me mires tanto que me gastas.—Habló divertido y con la voz media ronca, giré los ojos mientras entraba a su pieza y cerraba yo la puerta.

— Deja de decir eso, ¿Quién te lo hizo creer tanto?—Pregunté en broma y me senté en su cama, mirando su habitación, era linda y estaba ordenada, cosa que me sorprendió mucho.

Tenía posters de bandas de rock pegados en la puerta, al lado había un sillón rojo que parecía ser bastante cómodo, una silla en donde termina su cama, una tele colgada en la pared de su pieza, justo en frente de la silla y al lado de esta un estante lleno de libros, las paredes eran de color café con leche y sus cortina negras.

— ¿Estas viendo mi pieza para ver que te podes robar?—Preguntó divertido, caminando a mi y arrodillandose en frente mio, para separar mis piernas y poner su cuerpo en medio.

Dejó una de sus manos en mi cintura y la otra fue a mi mentón para levantarlo y hacer que lo mire, sonreí cuando vi sus ojos azules brillosos y dejé un beso en la punta de su nariz.

— Por ahora solo vi la tele, pero no me entra en el bolsillo, así que voy a esperar a que te duermas y me la llevo.—Jugué sonriendo, largó una risita y escondió su cabeza en mi cuello, dejando un besito en mi piel y pasando la punta de su nariz haciéndome cosquillas.

— Llevate lo que quieras, pero ahora no te vayas.—Murmuró suspirando, llevé mis manos a su nuca y las apoyé ahí para empezar a hacer caricias.

No respondí, solo me limité a pegarme mas a él  para sentir mejor su respiración suave. Pasó un rato así, en el que él hacía caricias con la punta de su nariz en mi cuello y yo lo acariciaba sintiendo lo lindo que es estar así, hasta que él rompió el silencio.

— Perdón por ignorarte todo una semana Oli, es que estaba enojado y...—Empezó a hablar, lo escuchaba atenta y sin pensarlo dos veces me separé para mirarlo a los ojos.—No podía entender que no confíes en mi, o que pienses que yo sería capaz de estar con alguien más.—Su voz sonaba como un reclamo, pero a la vez con arrepentimiento.

— Perdón.—Hablé mojando mis labios, sabía que tenía motivos para enojarse, pero aun así volví a hablar.—Pero tampoco para que me ignores, no me gustó Valen, me sentía mal.

— Si ya sé, es que a veces no se como solucionar las cosas y tomo decisiones de mierda.—Largó un suspiro y apoyó su frente con la mía, mirándome a los ojos.—¿Me perdonas?

— Si Valen.—Sonreí mordiendo mi labio inferior, sus manos apretaron mi cintura haciéndome saber que quería besarme, pero antes de que lo haga, hablé yo:—¿Vos? ¿Me perdonas?

Giró los ojos con una sonrisa y apoyó suavemente sus labios en los mios, haciendo un ruido de afirmación para seguir besándome, el beso empezó siendo suave, pero a medida que sus manos empezaron a recorrer mis piernas mientras las apretaba, subía el tono a uno con mucha mas fuerzas y ganas.

Me separé de él cuando me quedé sin aire y lo quedé mirando con la respiración agitada, tenía los labios mucho mas rojos y su pelo estaba todo desacomodado por mis manos inquietas.

— ¿Qué?—Pregunté cuando me quedó mirando por un rato a los ojos, sonrió y negó con la cabeza, dejándome otro beso y parándose adelante mío.

Entonces recién ahí me acordé de que solamente estaba con un pantalón y todo su abdomen estaba a la vista, dejé mi vista fija en su entrepierna y tragué saliva cuando unas imágenes pasaron por mi cabeza, ¿Como no me iba a mojar con lo bueno que esta? Era imposible no controlar mis pensamientos.

Salí de mi trance cuando escuché su risa, y levanté la mirada para mirarlo a los ojos.

— ¿Qué pasa? ¿Me queres hacer un pete?—Preguntó directo, sin ningún tipo de vergüenza, abrí grande los ojos y mis mejillas ardieron enseguida.

Si, si quería hacerle un pete.

— No, no ¿Qué decís?—Me hice la pelotuda y esquive su mirada, pero al escuchar su risa otra vez lo miré, estaba mordiéndose el labio inferior para no dejar escapar otra risa, me miró levantando una ceja algo obvio y puso sus manos en su cintura.

— Mmm, ¿Vos decís?—Susurró divertido, mordí mi labio y giré los ojos.—Porque yo creo que si...—Habló sacando su mano izquierda y llevándola a su abdomen para empezar a bajarla hasta su pija, la agarró por arriba de la tela de su pantalón y soltó un jadeo.—Ah Oli.—Simuló gemir mordiendo su labio y mirándome con la mirada oscurecida.

Mi zona baja se empezaba a humedecer, y mi boca estaba llena de saliva, deseando sentir su miembro en mi garganta.

Mis ojos estaban fijos en su mano y su entrepierna, ahora el bulto estaba mucho mas sobresaliente y como lo agarraba parecía que estaba que explotaba. En un momento, no se como pasó, pero ahora su mano estaba adentro de su pantalón y se movía claramente mostrándose, largando jadeos cortos de sus labios entreabiertos.

— D-dale Oli, haceme uno.—Susurró con la voz entrecortada sin parar sus movimientos, y masturbándose con los ojos completamente oscuros.

Una ola de placer recorrió mi cuerpo mirando como hacía todo por debajo de su pantalón, y cuando ya no pude más, lo miré a los ojos y hable yo:

— Bueno chabon, bajate los pantalones.


























🌻🌻🌻

q a nadie se le ocurra decir algo sobre el bobo de Bondar dea.

paja escribir un pete, pero si estoy de humor lo escribo el mes q viene ahre :)

voteeeeen

Desconocido ; WosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora