Treinta y nueve.

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Capítulo treinta y nueve.

Olivia.

«Dos año después.»

— Apurate, apurate, apurate no te lo voy a decir otra vez Olivia, dale que me muero.—Gritó mi mamá intentando subirse el cierre de su vestido, giré los ojos y corrí hasta dónde estaba ella para subirle el cierre de su estúpido vestido.

— No puedo ma, no te entra, ponete otro y deja de comer que así menos te va a entrar.—Hablé frunciendo el ceño y le pegué un manotazo a el sanguche de miga que se estaba tragando, hice un ruidito con mi boca al ver que se cayó al piso y me reí inocente cuando me miró con cara de asesina.

— Me vas a buscar otro si no queres que te de vuelta la cara Olivia.—Habló haciendo una seña, sonreí y empecé a caminar a pasos rápidos por todo el lugar mientras veía los preparativos de la boda de mi mamá.

— ¿Y tu mamá?—Preguntó Valería, la mamá de Malen con una sonrisa, atrás de ella estaba mi amiga y Valentín, me puse nerviosa cuando esos ojos azules fueron a los mios y sonreí mirando a Valeria.

— Anda re rompe bolas, fijate si vos le podes subir el cierre del vestido y llevale este sanguchito.—Hablé con una sonrisa.

Asintió con la cabeza y después de darme un beso, subió las escaleras intentando buscar a mi mamá, espero que la calme y que no empiece a histeriquear como cuando estaba conmigo. Llevé mi vista a Malen, intentando ignorar a Valentín, y sonreí dándole un beso.

— Hola linda ¿Tenés novio? Qué yo no me enteré que esa burra pasa hambre.—Dijo guiñandome un ojo, y en otra ocasión me hubiese reído, pero como sentía la mirada tan fija de Valentín sobre mí, solo pude darle una sonrisa.

— Tonta, ¿Vamos afuera?—Pregunté sonriendo, asintió girando los ojos y se dio vuelta empezando a caminar para afuera y cuando desapareció del pasillo yo llevé mi vista a Valentín.

Me seguía mirando, y me incomodaba que me mire así de fijo como antes.

— Hola.—Saludé un poco incómoda, largó un suspiro y llevó una mano a su pelo, que ahora era rubio con una franja violeta en medio.

Hermoso le quedaba corto.

— Hola Oli.—Sonrió mirándome de arriba a abajo y subió otra vez a mi cara para mirarme por unos segundos y acercarse a mi hasta dejar un beso en mi mejilla.—Estas hermosa.—Habló intentando no hacer tan tenso el ambiente.

Pero ¿Cómo no iba a estar tenso? Después de un años sin vernos y de haber cortado todo era mas que incómodo para los dos, y sabía que no era solo eso, sabía que también era incómodo por lo que había pasado entre nosotros.

Y no precisamente era haber estado juntos.

— Gracias, em... vos también.—Le sonreí y empecé a caminar dándole la espalda, sintiendo como mi corazón iba igual de rápido, o más que antes, pero antes de que salga del salón, escuché su voz.

— Te esperé, en serio, un mensaje o algo. No sabes cuanto esperé que me dijeras que habías vuelto.—Habló, y sentí ese nudo en mi garganta que me hacía doler todo el pecho, apreté mis labios y cerré los ojos con fuerza.—, esperé que me dijeras que estabas lista para volver a empezar conmigo.—Su tono de voz era raro, suave y calmado, pero a la vez dolido.

Desconocido ; WosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora