Veinticinco.

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Capítulo veinticinco.

Olivia.

— No te vayas, quedate.—Escuché la voz ronca de Valentín y sentí como su mano retenia la mía, sonreí y traté de buscar sus ojos azules entre la oscuridad.—Por favor.—Pidió otra vez.

— Valen...—Susurre, quería quedarme, era lo que más quería en el mundo pero no podía.

El hecho de saber que Malen y su mamá se encontraban en la casa, durmiendo, me incomodaba bastante y más si mi mejor amiga se llegaba a despertar y no me encontraba en su pieza.

— Dale, quiero estar un ratito con vos.—Sus palabras aceleraron mi corazón y aunque sabía que me tenía que ir, decirle que no fue imposible.

— Solo un ratito.—Dije volviendo a meterme entre las frasadas, me acosté al lado de él.

Su mano viajó por mi cintura hasta llegar a mi muslo, lo acarició un poco haciéndome sonreir y haciendo un poco de fuerza me subió arriba de él, seguía desnudo sin ningún tipo de ropa que cubriera su perfecto cuerpo, en cambio yo ya me había vestido.

— ¿Por qué te pusiste ropa?—Preguntó haciendome puchero, sonreí y acune su carita con mis manos, acariciando su mejilla.

— Porque ya me estaba por ir y no iba a pasearme por todo el pasillo desnuda.—Hablé acomodandome arriba de su cintura, como dije antes, él estaba desnudo, ni siquiera se había puesto el boxer y eso me daba ganas de hacerle de todo.

— ¿Por qué no?—Preguntó levantando una ceja, giré los ojos algo obvia y me reí un poco.

— Porque no me pueden ver sin ropa Valentín.—Pellizque su cachete, como la de un nene, sonrió y me miró a los ojos.

— ¿Y yo si te puedo ver sin ropa?—Preguntó mordiendo su labio, tragué saliva nerviosa mirándolo, mi cuerpo se volvía completamente incontrolable cuando decía algo así.

Me ponía tan tonta y espero que no lo sepa porque soy capaz de hacer todo por él.

— No sé...—Vacilé mirando para otro lado, sonrió algo soberbio y me agarró de las mejillas para acercarme a su cara y rosar nuestros labios.

— Pedimelo a mi.—Susurró haciendo que sus palabras choquen contra mis labios y dandome cosquillas por todo mi cuerpo y estómago.

Sonreí y empecé a bajar una de mis manos por su abdomen hasta llegar a la parte baja, largó un suspiró notorio.

— Pero si ya estas desnudo.—Dije mordiendo su labio, dio un gruñido y antes de que pueda decir algo él se encargó de unir nuestros labios en un beso largo.

Se lo segui inmediatamente, llevando mis manos a su nuca y tratando de profundizar más el beso, su lengua pasaba por la mía y sentir como él empezaba a meter sus manos por abajo de mi remera me hacía sentir una extraña corriente por mi cuerpo.

Fue dejando besos chiquitos por toda mi cara a medida que nos separabamos, y yo con una sonrisa tonta se los recibía a todos.

— Metertela fue lo mejor que me paso.—Soltó de una, abrí los ojos algo sorprendida y al entender sus palabras mis mejillas se pusieron calientes.

— Que directo.—Fue lo único que me salió, le quería decir que a mi también fue lo mejor que me pasó.

Pero no lo dije, y en vez de eso me escondi en su cuello avergonzada.

— Pero es verdad, me encantó.—Siguió sin importarle mucho que yo me haya puesto nerviosa.—Igual si queres no lo digo, pero solo quería que lo sepas.

Mordi mi labio reprimiendo una sonrisa.

— N-no me molesta, solo que...—Murmure tragando saliva y dando un suspiro largo.—Es raro que vos me lo digas.—Dije después de unos minutos.

Sus dedos se seguían colando por mi remera y las caricias que dejaba cada vez me relajaban más.

— ¿Raro por qué?—Preguntó con un tono raro, pero aun así sin perder la tranquilidad.

Quedé un rato pensando en si le podía hacer una pregunta como de este estilo, pero después de recordar que habíamos terminado de coger había una cierta confianza, aun así no sabía si lo que estaba a punto de soltar no volverían las cosas tensas entre nosotros dos.

No sabía como iba a reaccionar y ni tampoco sabía porque estaba haciendome la cabeza por una simple pregunta.

Pero aunque vieniendo de Valentín todo se podía esperar.

— ¿Te cuesta abrirte a las personas?—Dije un poco insegura por mis palabras, tragué saliva esperando su respuesta y al sentir como sus caricias se frenaban mi corazón empezó a bombear sangre a un ritmo desesperado.

Me separé de su cuello cuando el sacó sus manos de mi cintura y lo miré con un poco de arrepentimiento.

— Mejor me voy.—Dije al sentir el cambio de ambiente, su mirada permanecía en un punto fijo de la habitación y su cara de seriedad me decía todo.

No era mi asunto ni tampoco mi incumbencia saber eso, pero yo sólo lo quería ayudar.

Me moví en la cama, saliendo de arriba de él y parandome en el piso, lo quedé mirando un poco y al saber que no iba a voltear su vista a mi empecé a caminar oara salir de du pieza.

Antes de girar la llave y abrir la puerta su voz interrumpió cualquier tipo de acción.

— Creí que te ibas a quedar.—Habló casi en un susurro, y si no hubiese sido por la habitación que estaba en completo silencio yo no hubiese escuchado sus palabras.

— Creí que querías estar solo.—Dije después de unos segundos, y deseé con todo el alma que me diga que no.

Que se quería quedar conmigo un ratito más, aunque sea para hacerle compañía, pero no lo hizo. Y estoy segura que un destello de decepción adentro mi estalló.

Con un sabor amargo abrí la puerta y la volví a cerrar sin despedirme.

Caminando a pasos pesados me dirigí al cuatro de Malen para entrar, tratando de hacer el menor ruido posible. Me fije si no estaba despierta, y al comprobar que no, me acosté otra vez en su cama largando un suspiri de frustración.

Y pensando en lo difícil que es entender a Valentín.






















🌻🌻🌻

Extrañaron a Valentín y Oliva?

El fandom de esta novela sigue vivo? :'(

Perdón por tardar en actualizar esta y dejarla tan abandonada, no merezco su bondad ;'(

Ahre.

Lxs amo.

Si el cap llega a 100 votos es mucho :(

Desconocido ; WosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora