Capítulo diecisiete.
Olivia.
— ¿Hacemos pizzas?—Pregunto Gimena, la mamá de Federico y la tia de Malen.
— Eu si.—Habló Mauro con una sonrisa.—Tengo banda de hambre.—Soltó tocando su panza y mirándonos a todos.
— Te acabas de comer tres porciones de tarta Mauro.—Lo retó Malen frunciendo el ceño, sin sacar la vista del juego.
— Me cae bien, le gusta mi comida.—Dijo simpática la tía, sonreí y después me reí.
— ¡Toma gil!—Gritó mi amiga festejando porque le había ganado a Valentín en el Mortal Kombat.
— ¿Qué te pasa pelotuda? Estaba distraído.—Se justificó girando los ojos y cruzandose de brazos, claramente enojado.
Me reí, pero al sentir una mano en mi pierna paré de hacerlo.
— Se te fue la mano amigo.—Me reí nerviosa y le saqué la mano con bastante asco al primo de Malen.
— Uh, no me di cuenta.—Se justifico guiñando un ojo, giré los ojos, esta situación con él ya me estaba cansando, y más cuándo me miraba así.
— Me toca a mi.—Le dije a Valen cuando todos estaban discutiendo que comer, me miró y alzó una ceja.
Sonrió y me pasó el mando, pero antes de que lo agarre, tomo mi mano y la entrelazo con la de él, lo miré con sorpresa, él en cambio me dedico una sonrisa hermosa, haciendo que al instante me ponga nerviosa y que mi corazón salte adentro de mi.
Relamio sus labios cuando lo miré a los ojos.
— Uh, no me di cuenta.—Repitió las mismas palabras que Federico, sonreí negando con la cabeza.
Aunque ni así me soltó la mano, y eso me hizo poner más loca. Me encantaba el suave rose que hacía su pulgar en mi piel y más cuándo sus ojos conectaban en los mios.
— ¡Yo quiero pizza!—Gritó Federico, y rápidamente solté su mano, aunque me haya costado mucho.
Era tan suave su y calida su mano.
— Bue, ya esta, pizzas entonces.—Accedió la mamá de Malen, todos sonrieron y estuvieron de acuerdo con que vayamos a comprar, aunque yo me haya negado al principio Valentin me convenció.
Valentín y su estúpida sonrisa que me vuelve loca.
🌻🌻🌻
—A vos te toca lavar.—Se quejó Malen, pero cuando su mamá le dio una mirada asesina se le bajaron al toque los cambios.
Se paró girando los ojos y largando suspiros pesados para lavar los platós, aunque Mauro se paró para ayudarla y los dos se fueron muy sospechosos a la cocina.
Todos los que habían quedado en la mesa: Gimena, Valeria, Federico, Valentin y yo, nos pusimos a jugar al uno y nunca en mi vida me pareció tan entretenido jugar a esto.
Solamente que Valentín se la pasaba tirandome más cuatro o más dos, y como nunca cambiaban la dirección no me quedaba otra más que insultarlo y mirarlo mal, aunque a él parecía divertirle verme enojada.
Cuando ya se hizo muy de noche y todos ya estaban medios alegres, nos acostamos a dormir. Yo en una habitación con Malen y Valentín con Mauro también compartían habitación.
— Che, tu primo es un denso.—Hablé poniéndome el pijama, que solo consistía en una remera grande hasta las rodillas y mi tanga negra.
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Desconocido ; Wos
Fiksi Penggemar❝¿Te dije que tengo un nuevo hermanastro?❞ · Queda totalmente prohibida la copia completa o parcial de esta novela, todos los derechos reservados.