43

21 0 0
                                    

—El vuelo numero 689 saliente de San Francisco con destino a san New York va a aterrizar, sigan las instrucciones con precaucion.

— ¿Viaje de negocios?

—Si algo asi, aqui es mi hogar pero me voy a ir por un tiempo a New York.

—Entiendo, complicado ¿Eh?

—Demasiado complicado, no me despedí cuando me fui.

—Bueno, ojala haya tenido buen viaje.

—Gracias.

Bajo del avion y no puedo creer que este aqui, quise empezar de cero. La comunicación con Leo no se corto, siempre estuvimos en contacto, tengo tantos nervios de volver a verle el único aparte de mi familia que sabe donde estoy es Trevor. Ha cambiado tanto.

—¿Kate, como te fue en el vuelo?—es Leo al otro lado de la línea.

—Ya he llegado, hermanito, me instale en un hotel.

—¿Y eso como por que? Debería buscar un apartamento más cómodo.

—Estaría bien pero no pienso quedarme mucho ¿o si?

—No, la verdad no. Es raro despertar y que no estes.

— ¿Ves? Estoy bien.

—Bien, necesito que te reúnas con los ejecutivos.

—Si, pareces un controlador, para.

—Te soy sincero, me preocupa que me abandones con todo esto.

—Para, Leo. No te abandonaré, te seguiré haciendo todo el trabajo desde acá.

—Lo sé, confío en ti.

—Bien, entonces te hablo al rato.

Leo cuelga y me dispongo a hacer mi trabajo.

El día ha terminado me fue muy bien, llego a mi habitación y me siento en el ventanal mientras bebo un poco, esta será mi recompensa por todo un día de trabajo. Sentarme a beber sola.
Daryl no se ha comunicado conmigo, pierdo las esperanzas poco a poco. Mi teléfono comienza a sonar, veo el remitente; es Matt; contesto.

—Hola, Matt.

—Hola, Kate.

Se esparce un silencio.

—Supe que te fuiste a New York.

—Si así es. Nos expandiremos, aún no se cuando regrese.

—Temía que te fuiste por el beso que te di, sé que no te lo esperabas.

—No, no lo esperaba, Matt, me hubiera gustado haber tenido esta charla en persona.

—Si a mi también. Esto es incómodo.

—Un poco, jamás me imaginé que yo te llamara la atención.

—Siempre lo has hecho, simplemente cuando salí de la banda me sentí menos, Daryl comenzó a tener más, y yo me quede con lo mismo.

Yo suspiro por el otro lado de la línea.

—Matt, tengo que decírtelo. Hace unos meses Daryl y yo nos hemos acercado mucho. El día que me trajiste a casa habíamos tenido problemas por Lana.

El suspira del otro lado de la línea.

—Si, lo supe después. Esta bien, ¿por que yo que podría ofrecerte?

—Matt, para. No se trata de eso.

—Está bien, tal vez pude haberlo intentado antes que el.

Escucho que su voz se quiebra.

A través de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora