Leer con música de multimedia
—No, ¿para que?
—Te necesito.
—Pero, ¿por qué? No entiendo.
—Estoy enamorado de ti.
Mi corazón da un salto, bajo la mirada y él se acerca.
—Te quiero Kate.
—No, ¡no quiero que me quieras! No hagas más difícil esto.
Me besa y yo sigo, lo beso apasionadamente y sé que esto está mal, lo sé de sobra. Mis músculos se relajan, siento su lengua entrar a mi boca en una batalla contra la mía, sus manos me toman las mejillas y yo le tomo el cabello, no hay necesidad de decir cuánto nos deseamos... Solo estamos él y yo, no importa nada más.
—Espera...—susurra separándose.
— ¿Que pasa?
—Quiero que esto sea especial, quiero que lo recuerdes siempre—admite y deposita un beso en las comisuras de mis labios.
—Como quieras—sonrío—. Tengo que irme.
— ¿Por que?—bajo la mirada.
—Yo... yo—las palabras no salían, estaba bloqueada—. Solo tengo que irme.
—Trevor ¿no?—hace una mueca—. Déjalo, seamos felices.
—No es tan fácil, y no, no es él.
—Si me quieres es fácil.
—Te quiero, Daryl. Dame tiempo.
—Kate, necesito respuestas. ¿Que pasa? ¿Aceptaste su propuesta?
—Se me hace tarde, tengo que irme.
—Entiendo, vete— sus ojos estaban mas oscuros de lo normal. me acerqué y tome su rostro.
–Dime que estarás bien, quiero saberlo.
—Solo vete—finalizó.
Me puse de puntas y le di un beso a la mejilla, rogaba porque no hiciera una estupidez, me separé y fui hacia la puerta, antes de cerrarla lo mire.
—Adiós Daryl.
No dijo nada, me fui al auto. Una vez dentro explote en lágrimas, recargue mi cabeza en el volante y sollocé.
—¿Que te pasó?— me dije.
Seque mis lágrimas y fui a la pelea, estacione mi auto y timbro mi celular.
—¿Si?
—¿Donde estás?—preguntó.
—Henry, estoy en las peleas. Antes de que digas algo, vengo a dar un vistazo aún no sé qué haré—suspira al otro lado del teléfono.
—Te veo ahí—cuelga.
No que no venga, salgo y miro la entrada, un guardia de tamaño doble de mi casi. Veo a alguien venir y maldigo.
