Desperté, lo primero que vi al abrir los ojos son sus enormes brazos rodeándome.
—Buenos días—digo entreabriendo los ojos.
—Hola—responde haciendo un gesto de satisfacción.
Me volteo a mirarlo, el sonríe.
—¿Por qué tan feliz?—pregunté.
—Porque al fin tengo a la chica que me tuvo enamorado cuando éramos unos niños—admitió acariciando mi cabello.
—No quiero recordar eso...
—Lo siento kate.
—No te preocupes—le di un beso en la mejilla.
Aquello me hizo recordar la muerte de mis padres y mi secreto no tan perturbador pero esto le afectara demasiado a Leo.
Ni pienso decirle
—Me voy a duchar—Me levante de la cama con una sabana enrollada a mi cuerpo y me dirigí a mi baño.
—Espera, voy contigo—Exclamó Trevor levantándose de la cama.
Voltee y no se puso nada para taparse, me gire sonrojada.
—¿Por que te sorprendes tanto? esto lo viste a noche—dice y hace un gesto de satisfacción.
—Para ya...—Me quedo hipnotizada viendo su cuerpo y después salgo del shock, corro a la ducha y el me sigue por detrás.
Me paro en la ducha no hay escapatoria, me voltea salvaje mente y me mira con deseo, yo solo me dejo guiar...
—No hay escapatoria hermosa—se muerde el labio.
Se cae mi sabana, quedo expuesta en un movimiento rápido alza mis piernas y yo por apto reflejo las enredo en sus caderas el agua fría nos cae de lleno a los dos provocando que suelte un gemido y el agua esta tan fría que la situación provoca más excitación. Trevor deja besos húmedos por todo mi cuello mientras sus manos acarician mi espalda lo que provoca que un escalofrío recorra mi espalda y yo suelte un fuerte gemido el cual trevor intenta callar profundizando el beso su lengua explora cada parte de mi cuello hasta que se encuentra con la mía y se unen en una lujuriosa danza, mis manos bajan a sus hombros para sostenerme mejor y nuestras miradas se cruzan el tiene una sonrisa de victoria en su rostro.
— Trevor—lo llamo suplicante mientras este sigue torturándome mientras juega conmigo.
— Pídemelo—dice y yo prácticamente me retuerzo de placer—. Quiero escucharte pedirlo—y entonces acaricia mi cuerpo...
— Quiero tenerte dentro de mi—y entonces me penetra de golpes provocando que todo mi cuerpo se contraiga.
— ¿Lo quieres?
— Si—Murmuro contra su cuello mientras sus embestidas son cada vez mas fuertes y mis gemidos mas audibles mis caderas se mueven en su ritmo y entonces lo siento nueva mente como esa deliciosa sensación, se sacude dentro de mi.
— No puedo venirme dentro de ti, Kate—masculla con los dientes apretados y embistiendo mas profundo como si eso fuera posible el también esta a punto de llegar.
— No importa yo tomo las pastillas —Mi voz sale inaudible cuando siento el torbellino corre por todo mi cuerpo y me tensó.
— Eso es—y como si su voz fuera dueña de mi cuerpo un clímax abrazador acabó conmigo mientras sus embestidas seguían igual de profundas.
Terminamos y nos vestimos, era demasiado tarde.
—Espera aquí.
—¿Por qué?—cuestiona.
