Llego a casa y me tiro en el sofá, cierro los ojos, estoy tan cansada, exhausta.
Me quito esta ropa que me tiene un poco cansada. Y aprovecho por ponerme un vestido, hace un poco de calor, son las 7 de la noche. Abro una botella de vino rosado y me siento en un camastro de la piscina. El líquido es tan delicioso y embriagante. Veo que se estacionan varios autos en el estacionamiento a través de las ramas. Veo el rostro de Leo y me tranquilizo a seguir descansando. Abro mis ojos un poco. Escucho que se acercan Noche arruinada por todos los gorilas.
Leo
Llego a casa con los chicos ellos me ayudan a bajar cosas de la camioneta.
—Daryl, necesito hablar contigo—ordeno.
—Dime.
—Vamos a la oficina.
Caminamos hacia adentro de la casa, abro la puerta de la oficina y le invito a entrar, cierro la puerta detrás de él. Le invito a sentarse y hago lo mismo.
— ¿Te gusta Kate?
Voltea a verme un segundo desvía su mirada y vuelve a verme.
— ¿Por que me preguntas eso?
—Creo que es más que obvio, golpeaste a Trevor ustedes dos no han tenido problemas, más a parte he visto como la miras. Así que dime que piensa Daryl acerca de mi hermana.
—Leo, la verdad es que sí, me gusta ella. ¿A quien no?
—Ten cuidado con lo que dices, Ortega. Steve te matará y yo lo haré después por no decirme tus intenciones.
—Bien, esa es la verdad.
—Vale, tú no me preocupas por el momento. Necesito que hagas algo, eres el más indicado.
—¿A que te refieres?
—Mañana haremos una fiesta supuestamente, necesito que Kate crea eso, y tú, la sacarás de donde estemos, nos comunicaremos. Solo a ti puedo confiarte lo más preciado que tengo.
— ¿Que harás?
—Entre menos te enteres mejor, quiero que la cuides. Henry esta con su madre, no me preocupa.
—Bien. ¿Con que excusa lo haré?
—No lo sé, busca una oportunidad. Somos hombres amigo mío, sólo si te quiero pedir algo.
—¿Que?
—No se te ocurra intentar algo con ella.
Salgo de la oficina apresuradamente sin dejarle responder me dirijo con Kate.
Kate
Leo sale a la terraza.
— ¡Tú!—grita en señal a mi.
Veo por los cristales que cargan carne, botanas y sodas hacia la cocina.
— ¿Y esto?—cuestiono mientras me incorporo.
—Esto es para festejar que Daryl cumple ya 25.
Lo olvidaba, como puedo olvidar que cumple años. Tengo que comprarle algo.
