Capitulo 31: confesando

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—Quiere hablar conmigo, te ha visto un par de veces y no se.

—Ah—suspiro.

No puede ser, Lana fue su novia hace años, aún recuerdo como eran de cercanos y se me revuelve el estomago. Aún recuerdo como sufrió Daryl cuando ella lo dejo por otro.

—Escucha, no regresaría con ella nunca. Solo quiere hablar, yo le diré que no.

—Ajá, Romeo.
Me bajo mi blusa en desaprobación y le paso su camiseta del asiento trasero.

— ¿Ya no vamos a hacer nada, verdad?

— ¿Tu que crees?

Suspira vistiéndose y enciende el auto.
Salimos del parking, maneja al taller, yo prefiero no hablar nada acerca del tema, saco mi móvil para ver si nadie me ha llamado. Me sorprendo al ver un mensaje de Trevor.

Sé lo que está pasando con Jerome, necesitamos hablar. T.

Miro a Daryl esta manejando, trato de que el sonido del mensaje que mandaré no se haga presente pero lo hace.

— ¿Quien es?

Pienso mientras bajo mi teléfono.

—Trevor.

La sonrisa que tenia se elimina por completo y sus ojos muestran furia.

— ¿Que quiere?

—Es sobre lo que hablaremos esta noche.

— ¿Y el que tiene que ver?

—No tengo idea, pero quiere hablar conmigo.

—Maldita sea.

—Tranqui, no pasa nada.

No vuelve a pronunciar nada, llegamos al taller y yo bajo enfurecida son las 5:30 de la tarde.

Entro y están aquí todos hasta Leo.

–Nos vamos a ir juntos—pronuncia Leo sonriendo.

—Me da igual—digo y se nota en mi tono que estoy molesta. Entro a mi oficina que hasta azoto un poco la puerta.

Tomo un poco de agua de mi botella y respiro.
¿Por qué tiene que ponerse en ese plan? Odio eso.

Recuerdo que por el fin de mes hoy se van temprano, ya hace media hora salieron todos.

Trato de que se pase mi mal humor, cuando al fin me siento más tranquila, tomo mi bolsa, mi botella de agua y guardo todos los papeles que deje en la mesa. Salgo y antes de cerrar la oficina miro el arreglo de flores, cierro con seguro por precaución. Camino hacia donde están todos.

—Cierren ustedes, yo me adelantaré—pido a todos y Leo asiente.

No miro a Daryl solo salgo y subo a mi auto. Una vez adentro lo enciendo y manejo una calle más, me estaciono y llamo a Trevor.

— ¿Trevor?

—Sí, soy yo.

— Hablemos, te espero en la villa.

—Ahí estaré, hermosa.

Trato de ignorar como me llamo y cuelga, manejo a la villa, cuando llego me bajo tranquilamente y entro, Isis me recibe con lengüetazos, la acaricio y Zeus aparece pidiendo caricias.
Una vez calmados, voy al garage y los dejo ahí, les pongo una manta y comida, los metí ahí para que no escuchen nada y no se alteren, salgo y veo como van llegando. Camino cautelosamente al interior y me sirvo un vaso de agua, entra Leo muy animado.

— ¿Y ese mal humor?

—Ninguno, solo estrés—respondo dando un sorbo grande a mi vaso.

Leo sirve unas chuches de la despensa y va a la sala, me acerco y ya están todos sentados: Daryl, Steve, Carlos, veo que entra Adam con una caja de cervezas, hace mucho que no lo veía, no puedo evitar ver lo guapo que está. Ush borra eso de tu cabeza, Kate.
Me siento en el sofá y los miro, Daryl trata de cruzar mirada conmigo pero no le tomo importancia, ¿En serio soy la única mujer?

Escucho el timbre y yo me levanto a abrir. Es lisa.
Lleva puesto unos jeans con una camisa polo.

— ¿Interrumpo algo?—pregunta en el marco de la puerta.

—No, no. Perdón es que ando en las nubes.

—Vi demasiados autos acá afuera, ¿tienes reunión?

—Ya sabes, ya te enterarás, pasa.

Le hago una seña para que pase y lo hace, cierro la puerta y ella saluda a todos.

—Bueno, Carlos tú cuéntales, me quiero ir a dormir—digo, lo único que quiero es descansar ya me da igual.

— ¿Eh? Nos hiciste comprar cerveza y tequila para que te vayas a dormir, cuenta, qué pasa—gesticula Leo serio.

—Bueno, el día de hoy se encontró un paquete de cocaina en un auto—todos me prestan atención automáticamente, mantengo mi mirada en Leo—. Y bueno, ya saben lo que ha pasado, fue Jerome, dejo unas flores con una nota en mi oficina.

Se levanta Leo enfurecido.

— ¡MALDITA SEA!

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