Capitulo 11: lo lamento.

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—¿Quién es él?—pregunta leo confundido.

—Tu hermano—dice tranquilo henry.

—Kate, ¡¿que es esto?!

—Cálmate por favor—digo acercándome.

—Dime ¿quién es?

—Él es nuestro hermano.

—¿Y todo este tiempo lo sabías? ¿Me lo ocultaste?

—Si—admití bajando la cabeza.

Leo estaba al borde de las lagrimas pero se tranquilizó, Voltee a mirar a Henry si raro nombre a mi parecer.

—Déjame explicarte.

—No, ¿que me explicarás? ¿Que me mentiste? ¿Donde quedó la sinceridad?

—Yo...—no tenía palabras para excusarme.

—Me voy—Tomo sus llaves y salió pasando al lado de mi.

Me senté en el sofá al borde de las lagrimas, agache mi mirada al piso pasando mis manos por mi frente.

—Yo... lo lamento, pensé que ya lo sabia.

—No, no lo sabia y no debía de saberlo aún—dije con la voz quebrada.

Se sentó al lado mío.

—Regrese, sabes que siempre te he amado aunque me haya portado fatal.

—Pero no debías venir aún, nadie sabe de ti—hice una breve pausa—. Leo no me lo perdonará.

—¿Entonces me marcho? No puedo vivir aislado, ustedes son mi familia y es difícil para mí. No tengo a nadie más. Me marché de casa de mamá, tuve una pelea con su novio.

—Yo sé que es difícil Henry pero tú no tienes la culpa, toda la culpa es mía. Debí decirle, Aunque no seas de la misma madre te amo pero, aún nadie puede saber de ti. Buscare que hacer.

—¿Y que voy hacer? Me canse de vivir en la sombra.

—No. Dame tiempo. Tengo muchas cosas en la cabeza últimamente.

—Lo hecho, hecho esta. Estoy aquí y no pienso irme.

Le abrazo. Nos quedamos así por unos segundos.

—He estado viendo a Trevor. Regreso.

—Me sorprendes, ¿Están juntos?

Él sabía todo de mi.

—Que casualidad que no eres el mismo arrogante de siempre. No me siento lista.

—Lo soy pero cuando mi hermana mayor ocupa ayuda o apoyo, Puedo ser el mejor hermano—reí ante su comentario.

—Bueno, si vuelves a hablar con leo no le digas nada, quiero ser yo quien le cuente todo.

—Tus deseos son ordenes.

Vi en su mano una llave

—¿Que te traes?—dije molesta.

—¿De que?—quite las llaves de sus manos.

—Yo no te di un auto y yo te enviaba dinero, No ajustaba para esto.

A través de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora