—Kate:
—Hola Daryl—volteo en ese momento y es Daryl, planeo sorprenderlo.
Separo mis gafas de mi rostro y él parece ver un fantasma.
Yo me abalanzo a abrazarlo, el solo se queda en shock.
—¿Has recordado?
—No, pero estamos bien, es un buen día. El médico dice que recordaré poco a poco—pronunció mis palabras con una sonrisa de oreja a oreja—. Ahora si me permites, voy a hacer mi trabajo—le guiño el ojo y camino hacia mi oficina.
Son las 11 am, todo marcha bien, ha crecido mucho. Salgo un momento, voy a comprar algo de comer. Camino hacia la camioneta.
—Necesito explicaciones ahora.
Volteo y es un hombre de tez morena, poca barba, muy atractivo.
— ¿Sucede algún problema?—le pregunto. Me parece tan familiar ya le he visto.
— ¿Vas a seguir fingiendo?
—No sé de que me habla—me volteo y aviento mi bolsa al copiloto mientras trato de subirme pero me jala.
—Soy trevor. ¿Por qué no me has querido ver?
—¿Trevor? Te llame.
Salgo a abrazarle pero él se aparta.
—Kate, ¿que es esto? ¿que te pasa?
—No entiendo por qué te comportas de esa manera, te llame y nadie respondió. Estoy feliz de verte pero parece que tú no.
—He ido a tu casa, te he mandado flores. He querido verte y Leo me ha negado la entrada. Te llame muchas veces.
—Lo siento, yo se lo pedí. No recibí a nadie.
—¿Ni a mi querías recibirme?
—Escucha—le interrumpo, trataré de explicarle.
Trevor se voltea bruscamente.
— ¡Espera! ¡Tengo que explicarte!
Lo llamo pero no obtengo respuesta, solo lo veo subirse a su auto muy molesto, acelera el coche rápido.
No sé qué acaba de pasar. Volteo con velocidad y choco con Daryl, no pido disculpas y sigo mi camino a mi oficina. Se me ha quitado el hambre. Regreso al trabajo termino los permisos y miro el reloj: 2 pm.
Me relajo y doy un suspiro, oigo que tocan la puerta.
— ¡pase!
Veo a lisa entrar con una bolsa. La saludo de beso y nos sentamos.
— ¿Que te trae por aquí en este día tan bello?—cuestiono con tono sarcástico.
—Basta, vine a acompañarte a comer.
—¡Uy! Llegas en mal momento tengo que llenar varios formularios—me mira con una cara de furia—. Es broma ¡que va!