—Clary, despierta —la castaña niega con la cabeza mientras se arropa más entre las cobijas queriendo seguir durmiendo. —Vamos, son las diez de la mañana.—Esa última frase hace que la castaña abra sus enormes ojos azules al mismo tiempo que se sienta en la cama. —Tranquila...
—¡¿Cómo quieres que esté tranquila Hermione?! Los niños de seguro no han ni desayunado así que no fueron a la escuela y...
—Tranquila, hoy es sábado —responde su hermana al tiempo que Clarisa se da cuenta de su presencia, sin dudarlo la abraza fuertemente.
—Te extrañe mucho, mucho, mucho, nunca lograré ser tan buena en todo como tú —aceptarlo de cierta manera le hace sentir triste, pero es la verdad, está lejos de ser como Hermione Granger.
—No, nunca lo harás, pero es porque tú eres buena en todo en muchas cosas a tu manera —la castaña de repente recuerda las dos semanas cuidando de siete niños, procurando que coman a su hora, que fueran bien arreglados y uniformados, que cumplieran sus deberes y para colmo el problema de Nique, sin duda se pone a llorar. —Clary, ¿tan malo fue?
—No, en realidad me divertí mucho —y no miente, se divirtió corriendo de un lado a otro por los niños, ayudándolos en sus deberes, pero sin duda ha sido agotador. —¿Cómo le has hecho para cuidar a cinco hijos sin perder el control?
—No es tan difícil, tenía Draco conmigo, a mamá, papá, a Narcisa, Lucius e incluso a ti —con lo último la castaña se sorprende. —Sabía que si tenía que salir de urgencia podía contar contigo para cuidar de Violeta y Cissy, siempre has demostrado que puedo confiar en ti.
Clary observa a su hermana, si bien tenía ya cuarenta y tantos no los aparenta para nada, luce todavía joven, pero su mirada madura, sabía y cálida le hacían sentir bien, era esa persona que estaba feliz con su vida y orgullosa de lo que había hecho. Ella quería sentirse así, aunque sabía que el camino no era fácil.
—¿Qué pasa? Siento en tu mirada tristeza.
—No es nada.
—Clary, nunca menosprecies tus sentimientos, ninguno es insignificante.
Y así Clary termina contándole su pequeño enamoramiento con su editor hasta la parte donde supo que él tiene una prometida y cree que está loca. Sin duda en esa parte se ríe y hasta ella lo hace.
—Yo también tuve un momento sumamente vergonzoso que solo Draco conoce —responde su hermana sorprendiéndola. ¿Qué pudo hacer su hermana?
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Los exámenes EXTASIS tenían a todo el castillo con los nervios de punta, y sí, hasta a los de primero porque si sin querer molestaban a cualquiera de séptimo, incluso a un dulce tejón, solo una cosa ibas a obtener: algún grito o hechizo. Todos los estudiantes de séptimo sin duda caminaban por el castillo con ojeras, libros y todo menos presentables, al menos la mayoría, muchas de las serpientes mantenían la calma.
—Granger, si lees una vez más ese libro creo que podrías reescribirlo de memoria.
—Voy a olvidar algo, lo voy a hacer —responde Hermione revisando sus apuntes mientras la pluma se mantiene sostenida esperando que empiece a dictar.
—Ya, cálmate —el rubio se sienta a su lado mientras la castaña trata de recuperar su libro. —Llevas un mes entero en ese estado, vas a tener un colapso, creo que incluso dormida das respuestas.
—Son los exámenes extasis, ¿cómo es que no estás alterado?
—Porque he estudiado lo suficiente y tampoco es como si quisiera trabajar en el ministerio.
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Historias y aventuras de una nueva generación
FanfictionUna travesura inocente, un viaje que cambió todo y un futuro que los espera con muchas sorpresas.