Historias y aventuras de una nueva generación

Tal vez seas tú

Rose sabe que está despierta cuando escucha los tranquilos pasos que los sanadores, eso y que cuando estaba dormida podía ver algo más que oscuridad.

¿Cuánto tiempo lleva inconsciente? Siente que es entre dos días, pero no está muy segura.

—Disculpen, ¿puedo ver a Rose? —¿esa es Tessa?

—Claro Theresa, pasa, ¿tus padres todavía no llegan?

—No, pero de seguro estarán aquí pronto —por el tono de voz de la castaña sabe que no le gusta nada la idea. Luego de escuchar que su madre y tía se van siente como Tessa toma asiento a su lado y toma su mano. —Hola Rosie posi.

Si la pelirroja pudiera hablar le daría una buena regañada por usar ese sobrenombre que odia tanto como su nombre completo.

—¿Vas a despertar? Porque desde ahora te voy diciendo que te molestaré peor que alarma si no despiertas.

¿Había siquiera la posibilidad de que despertara? Espera que sí, la verdad estaba preparada para morir, pero no para estar parcialmente viva, es decir, eso no sería vida.

—¿Por qué no nos dijiste que veías el futuro? Sabía que eras muy especial Rose, pero no me imagine tanto, ¿por qué no contarnos? ¿tenías miedo?

Incluso después de años separadas, Tessa de alguna forma todavía la comprende mejor de lo que alguna vez lo esperó. Sí, lo que más sintió durante todos esos años viendo partes del futuro sin duda era miedo y el no poder decirle a nadie le provocaba todavía más tristeza. No es que todos los días lo pasara triste, había días en los que incluso olvidaba lo que sabía, pero siempre estaba ese hecho ahí, saber que tal vez no llegaría a la academia de sanadores, no vería a sus hermanos graduarse, no tener una familia propia.

—No sabía que estabas aquí —escucha la voz de un chico que si no se equivoca es Gideon.

—Pues ya somos dos, ¿no deberías estar con tu hermana?

—Vine de verla, pero quise saber cómo estaba Rose.

—Inconsciente —exclama con pesar la castaña.

—¿Puedo preguntarte algo?

—¿Por qué estoy aquí?

—Sí.

—Rose es la única amiga que he tenido, quiero saber que está bien.

—Es extraño hablar contigo sin que pongas cara de no soportar a nadie.

—Todos aguantan lo que digo no importe como los trate, entonces nunca me he tenido que esforzar.

—Con Richard al parecer sí y mucho —y en eso el rubio tenía más que razón. Tessa nunca se esforzaba por agradar a nadie, pero siempre se portó de una manera complaciente y algo tonta con Richard.

—¿Me has observado? —pregunta con diversión la castaña y si conoce bien a Gideon, de seguro se ha sonrojado.

—Siempre tienes una cara de odiar al mundo, pero sonríes y de forma muy falsa con él.

—¿Cómo sabes que es falsa?

—Sé lo que es poner una sonrisa falsa y la identifico fácilmente.

—Richard es lo único que pude quitarle a Themis y por eso trato de mantenerlo a mi lado —susurra la castaña y Rose sabe que es sincera, ya le dio la impresión de que ese era su motivo cuando habló con ella y ahora lo confirma. —Lo sé, lo sé, tu hermana no es mala, aquí la loca soy yo.

—No eres una loca, simplemente parece que te han enseñado que cuando quieres a alguien debes ser muy egoísta.

—¿Eso crees?