1 Harry Potter: El último heredero

Capítulo 4: La selección de varitas

A la mañana siguiente, Ron me esperaba para ir a almorzar, vi que Dean, Saemus, Nevill y Colin ya se habían ido al comedor. Debían estar emocionados por la selección de varitas, yo mismo me encontraba preguntándome como sería y muy adentro de mí, esperaba otra vez al rey James Potter, observando mi selección, como la de las casas, aun cuando no lo concia quería que se sintiera orgulloso de mi.

--- Tenemos que irnos, en cuanto más rápido comamos, más rápido nos darán una varita --- dijo Ron emocionado, yo asentí --- mi padre me dijo que su primera varita tenía núcleo de cola de unicornio, pero mis hermanos Fred y George favorecen mucho a las que tienen escamas de dragón como núcleo principal --- me miro a mí, demasiado emocionado --- ¿tú sabes cuál prefieres?

--- Ron, hace dos semanas ni siquiera sabía de la magia, créeme que de varitas estoy perdido --- suspire cruzado de brazos --- no sé de qué hablas.

--- Cada varita tiene un núcleo que despende magia. Colas de unicornios, escamas de dragón, raíces de sauco, alas de murciélago, colas de fénix... entre otros son los potenciadores de magia --- me explico, mientras bajábamos las escaleras --- los pelos de unicornio y las escamas de dragón son las más comunes, pero si te toca partes de murciélago... entonces eres de magia débil. Los núcleos más extraños son los de raíz de sauco y cola de fénix, creo que la primera ya ni se hacen varitas de ello --- me relato --- dicen que solo los magos más poderosos tienen la capacidad para controlarlas o que ellas te elijan.

--- Hablas como si las varitas son las que eligen al mago y no al revés --- le dije curioso, él asintió --- ¿Cómo es posible?

--- No tengo idea, pero siempre se ha dicho eso --- se encogió de hombros, mientras llegábamos a la sala principal.

Ginny nos estaba esperando, junto con esa chica de nombre Hermione, que Nevill me presento ayer. Hermione, parecía nerviosa y la mayoría de las personas la veían mal o la ignoraban, como si solo fuera una gran piedra en medio de la sala. En cuanto estuvimos en su presencia Hermione fue quien se inclinó en una reverencia, que todos miraron, mientras Ginny me trataba tan normal como Ron.

--- ¡Ustedes sí que son peor que nosotras! --- grito molesta, mientras me tomaba del brazo y salía apresurada por el retrato de esa señora gorda --- vamos a llegar tarde al gran comedor.

--- Ya vamos, no te sulfures --- le dijo Ron, pero la miro bien --- ¿te volviste a pelear con él?

--- ¡Es un maldito idiota! --- grito apretando mi agarre, hice una mueca en mi rostro.

--- Que novedad, dime, ¿Por qué se pelearon tú y tu novio ahora? --- le pregunto rodeando los ojos.

Mire a Ginny, quien me soltó para enfrentar a su hermano, parecía estar hecha una furia totalmente. Sentí algo muy adentro rugir al darme cuenta de que tenía novio, claro sí casi conocía a medio Hogwarts, ¿Por qué no andar con alguien de aquí?

--- Porque se suponía que ayer lo iba a buscar --- dijo roja, mientras cerraba sus manos en un puño --- y se me olvido, ahora me esta recriminando de que no estoy con él, por andar de lambiscona con el príncipe. ¡Es un idiota!

--- ¿Yo o él? --- pregunte inclinando la cabeza, aunque me sentía apenado por causarle alguna molestia con su novio.

--- Por supuesto que él --- dijo inclinando la cabeza y volteándose para seguir su camino --- pero es que todos andan tan idiotizados, por tú llegada --- me miro entre divertida y molesta --- mis compañeras de habitación me agarraron a preguntas, sobre ti.

--- Oye, vas a tener muchas atrás de ti por lo del príncipe --- me dijo Ron riéndose --- que tal si dividimos.

Ginny golpeo a su hermano molesta, mientras yo trataba de aguantar la risa, cuando entrabamos al gran comedor. En él todos se me quedaron mirando, incluso los profesores desde donde estaban desayunando concentrados, dejaron de hacer lo que estuvieran haciendo para poderme observar, cuando me sentaba en un lugar vacío en la mesa de Griffyndor.