1 Harry Potter: El último heredero

Capítulo 21: La madriguera

Mamá si me creyó lo del elfo doméstico, pero no había forma de explicárselo a mis tíos, por lo que ella tuvo que castigarme injustamente, aunque no estaba tan mal el castigo, porque tenía que trabajar todas las mañanas y regresando de la cafetería a mi dormitorio, lo que evitaba que viera a mis tíos y primo. Aunque esté último parecía quererme evitar a todo momento, algo debieron decirles sus padres.

En mi periodo de encierro, mamá me traía de la cena a la habitación, me ponía hacer la tarea y a escribirme con mis amigos. Le mande una carta a mi mejor amigo Ron explicándole sobre lo que paso con Dobby, el pastel, el encierro y a mis tíos con sus caras malhumoradas, diciéndole que ya quería irme a cualquier lado. Ron me respondió, con la carta más corta que nunca antes me habían enviado:

Querido Harry: tengo la solución

Y eso fue todo, los tres día siguiente me la pasé pensando en que solución se refería Ron en su carta, está noche después de cenar y dejar que Hedwig saliera de caza, me fui a dormir, marcando en mi calendario ya los pocos días que faltaban para regresar a Hogwarts. Estaba cómodamente dormido, hasta que sentí un molesto golpeteo en la ventana que no me dejaba dormir, haciéndome doler un poco la cabeza.

Abrí lo ojos. Vi como la luz de la luna brillaba desde la ventana de mí dormitorio. Y alguien con los ojos muy abiertos, trataba de abrirla: Era alguien con la cara repleta de pecas, el pelo cobrizo y la nariz larga, me tarde un momento en reconocer que esa persona era en realidad mi mejor amigo.

--- ¡Ron! --- exclame emocionado, para abrir la ventana y darle espacio de que se metiera --- pero... ¿Cómo has logrado...?, ¿Qué...?

Me quede boquiabierto, al darme cuenta de lo que veía, cerca de las escaleras de incendio, estaba parado flotando en el aire un viejo auto de color azul turquesa. Al mismo tiempo pude notar, que ahí se encontraban también los hermanos gemelos de mi amigo, Fred y George.

--- ¿Necesitas una carrosa real alteza? --- bromeo Fred divertido.

No me molestaba que ellos dos me dijeran alteza o príncipe, porque ellos parecían bromear con el asunto, como si fuera divertido y no algo serio. Pero de ahí en fuera a la única persona que tampoco me importaba que me dijeran así, era su hermana pequeña Ginny Weasley.

--- ¿Ves?, ¡no te dije que tenia la solución! --- me dijo Ron emocionado --- ahora sí, puedes dejar a tus tíos aburridos y terminar de pasar las vacaciones en mi casa...

La idea era muy tentadora, pero tenía un problema y ese era que no me apetecía mucho dejar a mi madre sola con mis tíos, ellos eran desagradables, además que no habría nadie que se quedara ayudarla en la cafetería.

--- Creo que no se va a poder --- le dije con una mueca --- no puedo dejar a mi madre... ella necesita que la ayude.

--- ¡Oh vamos Harry!, ni que faltara tanto para ir a Hogwarts ---- dijo George mirándome --- solo son un par de semanas, y así también su alteza real puede divertirse un rato...

--- ¡Al menos que te encuentres a Percy!, entonces te va a encerrar por horas, para hablar de la nueva reforma para los nacidos de muggel --- dijo Fred bostezando, pero lo mire confundido --- ¿enserio alteza?, vas a ser nuestro próximo rey y no sabes nada de la reforma de nacidos de muggel...

--- ¿Qué reforma? --- pregunte confundido, Ron me tendió un periódico rodeando los ojos

REFORMA PARA BENEFICIO DE LOS NACIDOS DE MUGGEL.

Su majestad el Rey James Charles Potter monarca de las cuatro colonias mágicas y soberano de la alianza británica, declaro hace tres días una nueva reforma que beneficiara a todos los nacidos de muggel, dándoles una igualdad y libertad que antes no había en nuestro mundo.