1 Harry Potter: El último heredero

Capítulo Extra: El primer baile

Estaba nerviosa, mientras Nara (la elfina doméstica, que el palacio me había asignado) me ayudaba a prepararme. Sabía que a la mayoría de los cortesanos no aprobaron mi compromiso con James y que posiblemente todas las miradas iban a estar puestas directamente en mí, pero debía ser fuerte, por James, habíamos luchado demasiado, como para rendirme en este momento.

Tocaron a la puerta y al segundo Galadriell se asomó, me sentía cómoda de tenerla aquí conmigo y que pudiera ayudarme, ella había recibido clases de protocolo con James y Sirius, gracias al gran cariño que los Black le tenían, sabía que me podría salvar de muchas formas.

--- Dime que me voy a sentar en la cena contigo --- le implore, prácticamente esté sería mi primer acto oficial como prometida del príncipe, estaba que me moría de nervios, Galadriell me tomo de los hombros sonriéndome con ánimos --- ¡por favor!, no quiero estar sola rodeada de tantos estirados...

--- Estaremos en la misma mesa, Sirius va como representante de los Black --- me recordó Galadriell --- ya sabes, Regulus acaba de irse a unos cursos de Auror en Estados Unidos, y desde que murió Orión, Warbura odia asistir a estos eventos sola.

--- Menos mal, no sabría que decirle a los Malfoy ¡y te imaginas cenar con el mismo rey! --- pregunte estremeciéndome --- se me olvidara que tenedor es que.

--- Pensé que te caía bien Charles --- me dijo dudosa.

--- Me cae bien Charles Potter, el padre de mi prometido, pero en la cena estaré con el rey, no con mi suegro --- le dije volviéndome al espejo --- y todas las miradas estarán puestas en mi ¡la primera futura princesa hija de muggels!, no quiero decepcionarlo ni a él, ni a Dorea.

--- No lo harás, además estás hermosa, futura reina --- me dijo abrazándome --- vamos ya es hora.

Me pare, para seguir a Galadriell, por un pasillo, ya llevaba viviendo aquí desde hace más de dos meses, después del funeral de mis padres, pero aun así no me acostumbraba a tanto espacio, me podía perder en una vuelta en falso.

Baje la cabeza, deprimiéndome, sería la primera navidad sin mis padres y también sin mi hermana Petunia, quien había dejado muy claro que no sentía ninguna tristeza por no poder pasar juntas está fecha. Ella estaba más que emocionada haciendo su sueño de ser esposa y señora de su propia casa, que ya no le importaba lo que pasara conmigo. De hecho ni siquiera sabía quién era James o en lo que me podría llegar a convertir, sabía que después de casarme sería imposible poder ir a verla al mundo muggel.

Llegamos a un pequeño salón, que deberían dar a las escaleras, para el salón principal donde sería el baile, ahí estaban Sirius, quien parecía aburrido y James que caminaba de un lado a otro, en cuanto me vio, sonrió emocionado y tomo mi mano.

--- Te ves hermosa --- dijo, besándome la mano, yo me sonroje --- no te preocupes, yo estaré a tu lado.

--- No permitas que me caiga --- le dije toda nerviosa, él asintió.

--- Nunca mi amor --- al decirlo, ahora beso mi mejilla muy cerca de la boca.

--- Su alteza --- llamo Rachel lentamente, todos nos volteamos --- es hora, primero el rey anunciara a su alteza y a su prometida y ambos bajaran.

Rachel ya era una mujer de avanzada edad, dedicada a los compromisos y protocolos en el palacio, tenía el cabello canoso y la piel arrugada, James nunca se había acordado cuando llego al palacio y juraba que debería estar ahí desde antes que su padre ocupara el trono.

James me guio hasta el inicio de las escaleras y me dio un apretón en la mano, antes de tomarme del brazo, sabía que por protocolo no podíamos agarrarnos las manos en público y las muestras de mucho afecto también estaba prohibido James me lo había explicado, que nuestra relación debería ser diferente a Hogwarts y no me importaba, podía soportarlo a todo, les enseñaría que yo iba a ser una digna sucesora de la reina Dorea en su momento y sería un apoyo incondicional de James, su mano derecha, sin importar las circunstancias.