Me desperté demasiado temprano por el agarre de unos brazos, oh no sentía que su agarre me estaba asfixiando; abrí lentamente mis ojos y lo primero que vi a mis lados fue a Yixing y a JunMyeon durmiendo cómodamente.
Oh Qué bien.
Esperen... ¿Qué?
¡ESTABAN A UN LADO DE MI!
¡EN MI CAMA!
Claramente los había dejado en el frío piso.
Me moví como un gusano para soltarme de sus agarres, oh Drácula, en ves de brazos parecían cadenas, creo que si les está funcionando ir al gym. Pero diantres, o ellos eran muy fuertes o yo era la debilicha.
Una debilicha que sabía boxeo, gracias a las "clases" de papá y ChanYeol.
—¡Gusanos despiertense! —gruñí.
—Mñn ¿Porqué tanto alboroto Hye? —preguntó Yixing con voz ronca.
Con las fuerzas que no supe ni de dónde las saque. Tiré a ambos al frío piso dónde deberían de estar.
—¡Auch! —sé quejaron ambos.
—¿Qué acaso no los tenía en el suelo?—dije.
—Tranquila. Es sólo que. Teníamos. Frío —músito JunMyeon, con un tono de voz ronco.
Gruñí:—Olvidenlo, oh son las siete quince —Dije mientras bostezaba. Pero luego caí en cuenta y no fui la unica.
—¡Son las siete quince! —gritamos al mismo tiempo.
A tropezones corrí hasta mi closet para agarrar lo primero que estuviera a mi alcance y corrí hasta mi baño a ducharme lo más rápido posible.
—Apurate Min —exclamó Yixing del otro lado de la puerta.
—Me urge hacer pipi —inquirió SuHo, y yo estalle en carcajadas.
Esto en verdad no había resultado como lo planeamos anoche.
Resulta que antes de dormir, acordamos de despertarnos lo más temprano posible, ya que cada vez que ellos se quedaban a dormir aquí; se nos olvidaba que teniamos que despertarnos muy de mañana para ir al instituto.
Pero creo que ninguno de los tres escucho la alarma sónar.
Salí del baño apresuradamente a peinarme y tal vez a maquillarme un poco. Es decir, anoche enserio nos desvelamos viendo el maratón de Star Wars y era evidente que tenía unas enormes bolsas debajo de mis párpados.
—¿Qué acaso no escucharon la alarma? —pregunté, mientras cepillaba bruscamente mi cabello.
Negaron.
—Yixing tu estabas a unos centímetros de la alarma, ¿Qué acaso no escuchaste? —inquirí buscando mi zapato, pero sólo encontré uno.
—¡Ah!... entonces esa era la cosa que hacia un ruido del demonio —asentí—. Creo que se descompuso.
Era de esperarse.
—Vámonos —dije saliendo de la desordenada habitación.
—¡Te falta un zapato! —gritó Yixing bajando las escaleras.
Y era cierto. Mi zapato derecho había desaparecido, no lo encontré en mi habitación. Pero para mi grata sorpresa, ¡mi zapato estaba debajo del comedor!. ¿Cómo llegó ahí?
Salí de casa no sin antes desayunar, iba brincando sobre un pie para poder poner bien mi zapato.
—¿Encontraste tu zapato? —preguntó JunMyeon haciendo arrancar su Jeep.
—Sí.
—¿En donde estaba? —preguntó Yixing desde los asientos de atrás.
—Estaba debajo del comedor. ¡¿Pueden creerlo?! —exclamé, sin tener ni la menor idea de como había llegado a estar ahi.
El caminó hacía la escuela fue un poco ruidoso, claro, No iba sola, sobre todo. Iba con unos alienígenas que se disfrazarón de humanos...