Un pequeño secreto

Capitulo 12

—¿¡QUE!?— el grito en grupo que hicieron ente todos hizo que los Holt se taparan sus orejas para protegerlas.

—Espera, Pidge ¿¡ERES MADRE!?— pregunto/grito Hunk

—¿¡Desde cuando eres madre!? —Esta vez fue Lance el que hablo

—Quiznaks Pidge, ¡Eres madre!—  hablo Corán, Allura dio un pequeño chillido de emoción

—Y donde Pidge ¿Quien es el afortunado con el que te casaste?—

—Oh! ¡Eso tiene sentido! Seguro que Pidge se escapo para poder casarse — dijo Allura de lo más emocionada —¿Y donde esta el padre? —

Katie se quedo estática en su lugar sin saber que hacer o decir.

—¿Mi padre? U-ustedes conocen a mi padre!? ¿¡Saben donde esta!? —

—Kella...— dijo Katie, cogió la mano de su hija, ella miro hacia su madre sabiendo por su rostro que no debería de decir aquello, que posiblemente ellos no conocieran a su padre, eso la desanimo

—Pidge ¿A que se refiere? —pregunto Shiro extrañado y confundido. Ella no respondió.

—¿Cuantos años tienes? —hablo Keith refiriéndose a la pequeña con seriedad.

—Tengo 6, pero este año voy a cumplir 7 —le respondió desconfiada, sinceramente aquel sujeto no le agradaba en lo absoluto, él había lastimado a su tío y posiblemente también a su madre.

El oji-morado empezó a reír —Ahora todo tiene más sentido. Tu estabas embarazada antes de irte ¿verdad? — revolvió su cabello.

—Keith— Shiro intento detener al pelinegro, no es que quisiera librar a la Italiana de la pequeña interrogación que le harían, pero ahora no era momento de hacerlo teniendo en cuenta de que se encontraba esa pequeña niña llamada Kella, y que el asunto iba con ella.

Keith se levanto de su asiento—Claro, cada vez que nos reuníamos y hacíamos la videollamada para Lance y Allura, tu te comportabas bastante extraño, el que fueras a vomitar casi todo el rato, la gran cantidad que empezaste a comer de romper, tus ropas holgadas, era por eso ¿no? Estabas embarazada, por eso te fuiste y te marchaste, por eso el día que Hunk apretó tu estomago reaccionaste asi? porque estabas esperando un bebe, ¿por eso nos abandonaste? ¿Por un maldito bebe?— escupió

—KEITH— grito Shiro, pero era ya bastante tarde, Kella se encontraba mirando al pelinegro con los ojos llorosos.

—¡ERES UN TONTO! —le grito, despues de eso la niña salio corriendo a lo que parecía ser una habitación, ella sabia que era un gran estorbo para su madre, el mero hecho de haber nacido era un error para todas las personas que conocía, pero aun así no hacia falta recordarle aquello.

—¡Kella! —de inmediato la peli-castaña se levanto de su asiento, antes de irse en búsqueda de su hija se acerco al mitad galra y le dio una bofetada, provocando que girase la cara por el impacto — Eres gilipollas — posteriormente se marchó directo a su habitación, logrando ocultar las pequeñas lágrimas que empezaban a formarse en sus ojos, Matt salio de la habitación con un suspiro para seguir a su hermana, no se quedaría allí para estar con los anteriores paladines, además tanto su hermana como su sobrina necesitaban apoyo.

Un silencio de lo más incomodo lleno el lugar durante unos minutos. Nadie sabia que hacer.

—Keith, no debiste decir eso —regaño el peli-blanco