Capitulo 3

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Recién habían pasado mas de 3 semanas desde la ida de Lance, Allura, Corán y demás aldeanos, Pidge en aquellos 24 días estuvo horrible, no había salido apenas de su habitación desde aquel día, mintió con ayuda de Matt a sus padres de que se encontraba bastante mal, y aunque su madre hubiera insistido en llevarla al hospital, consiguieron calmarla. Por otro lado había evitado a los paladines al completo, cada día ellos hacían una quedada para poder llamar al cubano y la aldeana, pero Kaite aun no se sentía lista para afrontarlo, así que siempre ponía la escusa de estar en algún trabajo o les decía que se encontraba enferma, esta ultima era su escusa mas frecuente. Le sorprendía mucho lo bastante que había durado su mentira.

Pero tampoco podía ocultarse siempre, evitando a todos a excepción de su hermano, quien siempre estaba con ella para consolarla. En verdad agradecía aquellas palabras de consuelo y abrazos de Matthew, le habían ayudado bastante, pero ahora mismo era el tiempo para que pasara de pagina, de olvidar lo ocurrido aquella noche y los sentimientos que tenia hacia el paladín oji-azul, no por eso tenia que alejarse de sus amigos y perder contacto, no, no podía dejarse vencer, ella siempre luchaba, porque así Katie Holt, nunca perdía.

Más animada ella empezó a alistarse para salir, ya le había mandado un mensaje a su amigo afroamericano de que hoy iría con ellos para contactar con Lance, cuando termino de vestirse su hermano entro por la puerta

Wow, parece que ya te encuentras mejor— dijo el castaño mientras la veía después de mucho tiempo arreglada

Ella asintió con la cabeza —Si, no voy a dejar que aquel día me atormente, ya no más, y voy a empezar con ir con los chicos para la videollamada de Lance y Allura.

Me parece perfecto, pero ¿estas segura de hacerlo? No quiero que vuelvas a llorar por ese idiota

Estoy segura, es lo mejor, además hace tiempo que no veo a los chicos y los extraño bastante— dijo mientras salia de la habitación

Si tu lo dices, supongo que tendré que confiar en mi hermanita — dijo mientras la seguía

Oh, cariño parece que hoy te encuentras mucho mejor— hablo su madre mientras se acercaba y le daba un abrazo que de inmediato fue correspondido

Si, hoy saldré con los chicos para hacer una llamar a Lance

¿Estas segura?— dijo su padre— has estado enferma durante 3 semanas, de verdad aquel virus era bastante fuerte, ¿que ocurrirá si otra vez vuelves a enfermate?

—Tranquilo Papa, me cuidare — dijo para luego abrazarlo y despedirse.

A los pocos minutos se encontraba delante de la puerta del apartamento, delante de aquel lugar en donde hizo uno de los mayores errores de su vida, pero no estaba allí para lamentarse aquello, sino para afrontarlos. Respiro hondo y soltó todo el aire en un largo suspiro para luego meter la llave en la cerradura y abrir la puerta.

—¡PIDGE!— grito su amigo robusto mientras saltaba hacia ella y la abrazaba con fuerza— Por las estrellas, pensé por un momento que tu enfermedad iba a empeorar he ibas a morir, ha pasado tanto tiempo— la castaña intentó separarse de aquel abrazo que aparentaba ser amoroso solo lograría axfisciarla

Hunk— hablo Keith — creo que estas ahogándola—

Ups, lo siento— dijo para luego soltarla

No pasa nada

—Nos alegramos que te encuentres bien— dijo Shiro acercándose a la italiana— pero segura que no hay problema de que estés aquí en vez de estar en tu casa

Un pequeño secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora