DIANA:
- ¡¿Que tengo que hacer de quééééééé?!?!
- Bueno, si no quieres ya miraremos qué hacer...
- No, no, espera. ¿Tendría que...? Es decir, ¿ellos me...?
- No, en absoluto. Solo sería una tapadera para hacerles bajar la guardia. Antes de que puedan hacerte nada entraremos en acción.
- ¿En serio crees que va a funcionar? Es que... yo no tengo un buen cuerpo...
- ¿Es una broma? ¡Si estás muy buena!
- ¡Matt! - Martina le dió un codajo - ¡Córtate un poco, tío!
- ¡Si es verdad! Solo digo que hay pocos hombres heterosexuales que se puedan resistir a eso. - me señaló y yo me sonrojé mucho. Joder, si seguíamos así, me acabarían llamando "el tomate".
- Bueno, en eso tiene razón. - dijo Martina - Si les dices que eres prostituta, créeme, sé de qué hablo, te van a dejar pasar.
Sí, señoras y señores, entendieron bien. Iba a ser prostituta, como tapadera. No es necesario decir, creo yo, que no veía nada claro poder jugar ese papel. Estaba muy perdida en el tema, nunca había hecho nada parecido a eso. Pero tenía que hacerlo si quería salvar a Héctor, así que me puse un vestido extremadamente corto (y con demasiado escote) que Nora me dio y Martina (me dijo que la llamara Tina) me ayudó a maquillarme y todo eso.
Cuando terminamos me miré al espejo. ¿Parecía una puta?
... Sí.
Fuimos en una furgoneta negra. Yo iba sentada en frente de Jonathan, otro amigo de Héctor. Tina y la capitan estaban sentadas a mi derecha e izquierda. Todos llevaban armas y chalecos antibalas. Aquello me empezaba a dar miedo.
Llegamos a un edificio en las afueras de la ciudad, en la zona industrial, a casi media hora de la central de la policía... Bueno, o "casi" llegamos, porque un poco antes de estar en el lugar pararon la furgoneta.
- Vale, ahora tienes que ir tú sola - Dios, esas palabras tuvieron el mismo efecto sobre mí que un jarrón de agua fría - porque no pueden vernos. Si te preguntan como has venido, di que en taxi, pero que el taxista se ha negado a llevarte más allá del polígono.
- Vale.
- En el sujetador te hemos puesto un micro y un localizador. Nadie llegará a desnudarte, así que no llegarán a descubrirte, solo tienes que contarnos un poco lo que ves disimuladamente.
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DETENIDA
Novela Juvenil¿Qué serías capaz de hacer para librarte de ir a un reformatorio para menores o a un orfanato después de robar en una tienda de ropa? Diana Hernández decide librarse siendo la cómplice de uno de los policías que la detienen, y ayudarle con un tema q...