White vs Black

51 4 2
                                    

En el descanso nos dividimos para ir a preguntar por Alessia. Lili fue a las aulas y los pasillos del segundo piso, Connor fue al patio y al gimnasio y yo fui al primer piso.

CONNOR:

En el patio, ninguna de las personas que encontré que podían saber algo de Alessia sabía dónde se encontraba.

Entonces fui al gimnasio. Los del equipo de fútbol acababan de terminar un entrenamiento y estaban en las duchas.

- Eh, una pregunta, ¿sabéis algo de Alessia? Dónde está... ¿o algo?

Aaron Black se me acercó. Ese chico siempre fue muy rudo, y digamos que nunca nos acabamos de llevar muy bien. Una vez nos habíamos peleado bastante fuerte, y por eso muchos en el instituto decían que éramos algo así como enemigos. Algo curioso e irónico es que él se apellida Black, y yo White (él negro y yo blanco). 

- Pero mira quien tenemos aquí

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


- Pero mira quien tenemos aquí... Connor el Blanco, el roba suspiros de las damiselas...

- Oye, no vengo a pelear, sólo quiero saber dónde está Alessia.

- ¿Alessia? ¿Ya te olvidaste de la nueva? Sí, esa zorra peliroja con la que vas.

Supongo que ya veis por qué no me cae bien. Rudo, mujeriego, machista y un idiota de cuidado... 

- ¡Eh! - le empujé - Cuidado con lo que dices, imbécil. 

- ¿Sabes, White? Me encantaría saber cómo es en la cama, seguro que hace las mejores mamadas de...

Y ya ocurrió. Mi puño estalló en su cara. Me lancé sobre él, tumbándolo, y ya en el suelo nos pusimos a pelear. Yo encima suyo le pegué en la cara haciéndole sangrar la nariz, y luego él logró tumbarme y darme en la mandíbula. Pero eso duró poco porque enseguida yo volví a estar encima de él. Ambos encajamos unos cuantos golpes (él más que yo) hasta que los amigos de Aaron lograron separarnos. 

- ¡No te atrevas a volver a hablar así de ella! Ni de ella ni de ninguna otra, ¿¡oíste?! - le grité mientras los futbolistas me echaban de los vestidores - ¡Recuerda que no siempre tendrás a tus perros para defenderte! 

- Oye Connor, no te conviene meterte con Aaron. - me dijo Kendall ya estando fuera. 

- Mira Ken, no me toques los

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- Mira Ken, no me toques los... 

- ¡Cálmate, joder! Te hablo como amigo, ese chico es peligroso. De hecho, tú ya sabes bien de lo que es capaz. 

- ¿Te refieres a...? 

Kendall asintió. 

- ¿En serio? ¿Aún hace eso? 

- Me temo que sí, amigo. Y como que nadie le ha parado ni lo va a hacer, es mejor dejarlo en paz. Por tu bien y por el de tu novia. 

- Lili no es mi novia. 

Él arrugó la frente como si le extrañara. 

- Creí que sí. 

Yo negué con la cabeza. 

- Sea como sea, mantente alejado. También por el bien de Diana. Sabes que él se metía mucho con ella, y ahora que está cabreado contigo no creo que tenga ningún problema en volver a hacerlo. 

***

Me encontré con Lili y Diana en el banco secreto (que era como le llamábamos nosotros a un banco en una esquina medio escondida y olvidada), tal y como acordamos. Me senté junto a ellas.

- Hola. ¿Has encontrado algo? 

Negué con la cabeza. 

- No, solo unos cuantos idiotas con ganas de pelea. ¿Y vosotras? 

- No, nada. 

- ¿Qué te ha pasado en el ojo? - me preguntó Lili. 

La pelirroja se me acercó y con suavidad me tocó donde antes me habían golpeado. 

- ¡Estás sangrando! 

- Tranquila, no es nada, yo... a veces me pasa, es normal. 

Lili miró la hora en el reloj del pasillo y se llevó las manos a la cabeza. 

- ¡Ay, no! ¡Le había prometido a la señora Keens que la ayudaría con la biblioteca! ¿Nos vemos luego? 

- Yo hoy debo irme antes, no os podré acompañar. - dije yo

- Pues luego nos vemos, Diana. 

DIANA:

Aproveché que estábamos solos para hablar con él. 

- Y... ¿desde cuando es normal que sangres? Porque yo no recuerdo que tuvieras ningún problema de salud... 

- Vale, Sherlock, confieso. He mentido para que no se preocupara. 

- Te has peleado, ¿verdad? Esos golpes no son de chocarte con farolas. 

Connor rió. 

- Sí, sin duda. Me he peleado con Aaron Black. 

- Uuuuh... Otra pelea mítica entre el blanco y el negro... 

- Ja. Qué graciosa. 

- ¿Qué te ha hecho esta vez? 

Él demoró un poco en contestar. Creo que pensaba en si contármelo o no. 

- Espero que no se te haya pasado por esa cuadrada mente no decírmelo, porque ya te aclaro que esa opción no es válida para tu mejor amiga. 

Sonrió y me pasó un brazo por los hombros. 

- Sabes como habla de las chicas, ¿no? Pues habló así de Lili.

Absorta en mis pensamientos, no dije nada. Cada vez era más obvio que esos dos se traían algo. Sus miradas cómplices las últimas semanas no se me habían pasado por alto. Y la forma en la que se hablaban, los comentarios, las casi imperceptibles pero existentes carícias... 

- Connor, sinceramente, ¿qué sois Lili y tú? 

Él me miró. Me miró de una forma especial que no pude entender. Luego bajó la mirada. Y yo supe que su respuesta me iba a doler. 

- Diana... 

Iba a soltar la bomba. Y me iba a dar a mí. 

- Ella... me gusta. Me gusta mucho. 

DETENIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora