Parte 5: Tinta del destino

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POV MAFE

El olor del café recién preparado inundaba mis fosas nasales, decidí esperar a Daniela en la cocina mientras Salomé se encontraba encerrada en su habitación, el reloj marcaba las 12 de la noche y aún Daniela no llegaba a casa.

Cerré mis ojos uno segundos llenando mis pulmones del humo saliente de mi taza de café, escuche el leve giro de la cerradura de la puerta y luego vi a mi hija entrar por la puerta, su rostro demostraba que había sido un día realmente difícil.

Escuche como descargo su bolsa y soltó un gran suspiro, luego camino hacia la cocina y me dedico una sonrisa, como madre supe enseguida que ese tipo de sonrisa estaba cargada de tanta tristeza que me dolió  el corazón.

-¿Quieres una taza de café? – pregunte con una sonrisa cálida.

-Si mami, - tomo asiento en el taburete de la cocina - ¿porque sigues despierta?

-Una de mis bebés aun no llegaba a casa...

-Mamá sabes que no me gusta que trasnoches y menos si yo soy el motivo.

-No puedes pedirme eso hija o cuando Salo no llega temprano a casa ¿tu duermes plácidamente?

-No mamá – sonrió un poco mientras le pasaba la taza de café – tienes razón, pero por favor promete que te estás cuidando.

-Lo hago mi amor – deje un corto beso en su frente – ¿qué tal tu día?

-Difícil – suspiro – muy difícil.

-¿Quieres hablarlo?

-No hay mucho que contar mamá...

-Así sea poco, siempre estaré interesada en ti...

Soltó la taza de café y coloco sus manos en su cabello, masajeo un poco su cabeza bajando totalmente su mirada y empezó a ejercer movimientos en su pie mostrándome que algo realmente malo estaba pasando.

-Me están amenazando...

-¿Con que? – levante su rostro y le brinde una caricia en su mejilla.

Su mirada se enfocó en mí y sus ojos empezaron a cristalizarse dejando caer una lagrima por sus mejillas, en ese momento entendí todo.

-Oh mi amor, pero ¿cómo se han enterado?

-No lo sé mami, lo más posible es que contactaron a Isaac.

- Y ¿qué quieren? 

-Hacer parte de su vida, mami – su voz se quebró totalmente – tengo mucho miedo.

Rodee el cuerpo de mi hija y la abrace con tanto amor que sentí como empezaba a recobrar sus fuerza, se separó un poco de mí y una débil sonrisa se hizo presente en su rostro.

-¿Abrazos que alimentan el alma y llenan los huequitos vacíos de tu corazón? – preguntó mientras suspiraba.

-¿Dime? – la mire directamente a sus ojos.

-Hoy conocí a alguien que quiso darme un abrazo para llenar los huequitos vacíos de mi corazón, pero Noah nos interrumpió y no pude recibir su abrazo.

-Suena a que es una linda persona.

-No lo sé mamá, a penas cruzamos palabras y no creo volver a toparme en su camino.

-Entonces no todo fue tan malo hoy, además el destino ya está escrito mi pequeña solo cierra tus ojos y déjate sorprender por la tinta del destino.

Tu corazón es mío (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora