Parte 42: Yo gané

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3/10 para el fin.

POV CALLE

-Cariño – la voz de mamá centro nuevamente mi atención – no has comido bien, debes alimentar tu cuerpo, permíteme ayudarte.

Cerré los ojos escondiendo mi rostro entre las manos, el olor a lavanda de las sábanas blancas de aquella cama de hotel llenaba mi sentido del olfato, esa habitación se había convertido en mí huida a la realidad las últimas horas.

-No tengo hambre mamá, ve con Salomé a comer, todo está pagado, porque soy rica y puedo comprarlo todo – reí con amargura ante lo absurdo que sonaba.

Escuche un suspiro por parte de mi madre y luego la cama se hundió permitiéndome saber que se había sentado.

-Salomé ha salido con Liam – respondió mientras una de sus manos acariciaba mi cabello – podrías acompañarme tu, tomas algo de sol y despejas tu mente, lo que ha pasado ha sido difícil para todos Dani.

-Lo lamento, pero no saldré, si quieres puedes pedir servicio a la habitación – conteste mientras me refugiaba bajo las sabanas.

-¿Dónde está Daniela Calle? – preguntó mamá casi susurrando.

-¿De qué hablas mamá? – retire las manos de mi rostro y las lágrimas rodaron por mis mejillas.

-¿Dónde está mi hija? – Volvió a repetir – en qué lugar se quedó la mujer que no se amedrenta ante las dificultades.

-Quizás está escondida bajo la cama – conteste con tristeza.

Un silencio casi agonizante se recreó por unos segundos entre mi madre y yo, la respiración calmada de mamá era lo único que lograba diferenciar a la perfección.

– Tu otra mitad y la más fuerte está en búsqueda de tu parte débil – dijo mamá mitigando el silencio.

-No tiene sentido nada de lo que dices – respire profundo – solo déjame dormir.

-Dani, cariño está bien sentirse triste, débil y asustado, lo que no está bien es dejarse dominar por sentimientos que no alimentan tu vida.

-Mamá detente, de verdad solo quiero descansar – refunfuñe ante sus palabras.

-Ya has descansado mucho Daniela Calle Soto, permíteme hablar, luego me iré al restaurante y dormirás hasta que se acabe el mundo si eso es lo que quieres.

Abrí mis ojos y vi el rostro triste de mamá, odiaba ver triste a mi familia y odiaba aún más saber que mi tristeza no me permitía ayudar, levante mi espalada apoyándola en la cabecera de la cama y respire profundo.

-Discúlpame mami, quiero escucharte - dije tomando sus manos entre las mías.

-Bien, lo que intento decir es que tu mitad fuerte no es nada sin tu parte débil, somos una combinación de fuerzas que al unirlas logramos la mejor versión de nosotros mismos, si intentas ocultar debajo de la cama una parte de ti la otra deja de funcionar correctamente y tu sentimiento de tristeza e inestabilidad incremente.

-No sé cómo arreglar las cosas mamá – baje mi rostro sintiéndome completamente vulnerable.

-No mal gastes tus energías en algo que se acomodará poco a poco cariño, ¿cómo están las cosas con Poché? – su cambio de tema me sorprendió.

Poché era la parte de la historia que más me dolía hasta el momento.

-No me quiere cerca – respondí – se culpa porque su ex novio es un loco, de alguna manera piensa que alejándose nos cuidara y alejará los problemas de nosotras, no contesta mis llamadas, ni mis mensajes, siento que me quiere Kilómetros lejos de ella.

Tu corazón es mío (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora