Parte 38: 3:00 PM

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POV FRANK

2:31 PM

En el proceso de crecer como personas cada quien tiene un mejor amigo, un apoyo, una salida a la realidad dolorosa del mundo y no necesariamente se rigen a personas, por ejemplo: siendo pequeños los juguetes eran nuestros mejores amigos, aquellos que nunca te llevarían la contraria, si querías que volaran solo bastaba que los lanzaras de una altura considerable o nuestro mejor amigo transformado en una manta de ositos súper poderosa que nos protegía de los monstruos que habitaban bajo la cama o en el armario.

En mi caso mi mejor amigo era la soledad y la oscuridad, es complejo aceptar que los monstruos existen en personas cercanas, mi monstruo era mi padre, sus golpes eran mi castigo y sus gritos mi condena, con tan solo 4 años de edad aprendí a amar estar encerrado en el sótano de mi casa, ese era el castigo de mi padre cada vez que me comportaba mal, según el era todo el tiempo, pero en el corto razonamiento de un niño de 4 años el sótano era mi paraíso, nada de golpes, nada de gritos, solo la oscuridad y yo, estando allí me sentía a salvo del monstruo que vivía en casa.

Fui condenado desde muy pequeño a vivir maltrato, vivía el maltrato en carne propia, los golpes que mi padre me propiciaba me enseñaron que cada decisión tiene un castigo y ese castigo marcaria no solo la piel si no el alma, sus palabras eran: "sabrás que tu trabajo fue exitoso cuando marques un alma, las marcas físicas se borran con el tiempo, pero las del alma serán eternas".

Recuerdo que al cumplir 17 años el destino me dio una oportunidad de reescribir mi historia cuando la conocí a ella: mi primer y único amor.

Inicio Flashback 20 años atrás.

-Frank - escuche a mi jefe hablar - atiende a la señorita que acaba de ingresar, se ha ubicado en la mesa 6.

No respondí, simplemente tome la carta y la lleve hasta su mesa, al estar frente a ella enfoque mi mirada y mi mundo se silenció, ese mismo silencio que amaba tener desde pequeño, poco a poco levanto su mirada y al verme sonrió.

-Hola - dijo y sentí que había olvidado hablar - Hola, disculpa ¿estás bien? - volvió a hablarme al ver que no respondía su saludo.

-Si - susurre - disculpa, bienvenida a Coffee the life, le ofrezco la carta señorita - ella negó con su rostro y levanto su mano indicándome que no necesitaba la carta.

-Por favor tráeme un Caramelo Macchiato y una tarta mousse.

-Enseguida señorita - conteste intentando caminar correctamente.

Respire profundo cuando logre dar dos pasos lejos de ella, mis manos empezaron a temblar y mi corazón latía tan rápido que no comprendía que pasaba conmigo.

La orden estuvo lista en 10 minutos y luego de reunir todo mi coraje nuevamente me acerque a ella, con una sonrisa me agradeció y me retire observando todo de ella, su ropa elegante llamaba la atención, se percibía que era una mujer económicamente estable, su cabello hasta la cintura caí perfectamente arreglado por sus hombros, sus labios rojos y su fino rostro la hacía ver como la octava maravilla del mundo.

-Vamos Frank - susurre animándome - tu puedes.

Cerré los ojos y me acerque nuevamente, frene en cuanto la escuche tomar una llamada.

-Diga - hablo seriamente - no comprendo, te estoy pagando para que consigas personal, el embarco es en 2 días y me estás llamando para decirme que te falta una estúpida persona...

Su tono molesto llamo completamente mi atención, arregle una mesa cerca de ella intentando escuchar mejor su conversación.

-Tienes 15 minutos para llamarme y decirme que todas las personas ya están reunidas para trabajar en el maldito barco, no pague miles de dólares a la policía para que me salgan con estás estupideces - sin más colgó la llamada.

Tu corazón es mío (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora