Tu corazón es mío (Terminada)

Parte 24: Soñar despierto

POV POCHÉ

Brooklyn – New York 9:35 Pm

-¿Quieres más chocolate cariño? – me pregunto Mafe con cariño.

-Gracias – acerque mi taza – un poco más estaría bien.

Escuche el sonido del chocolate chocar contra la taza y luego el olor de cacao inundo mis sentidos, había olvidado la última vez que compartí tranquilamente con una familia llena de amor.

-¿Cómo estuvo la Universidad Salo? – Daniela preguntó dándole un sorbo a su taza de chocolate.

-Normal – susurro – tan normal como ver a la directora en mi casa esta noche tomando chocolate.

Baje mi rostro y en seguida el ambiente se tensó, me encantaba compartir tiempo con Daniela y su familia, pero Salomé siempre tornaba la situación incómoda.

-No empieces hija por favor – se notaba el cansancio de Daniela a metros.

Salomé suspiro y bebió de su chocolate, levanto su mirada y la enfoco en mí.

-Es un gusto tenerla aquí Directora Garzón.

-Lamento si te estoy incomodando Salomé.

-No – tomo una galleta del estante – no me incomoda, por cierto Directora hoy llego una nueva alumna de intercambio, está asistiendo a algunas clases que tengo.

Asentí mientras tomaba de mi chocolate.

-Hoy se incorporaron algunos estudiantes a la Universidad.

-¿Y qué tal la chica de intercambio? – pregunto Mafe con una pequeña sonrisa.

-Normal – dirigió la galleta a su boca y bajo la mirada.

-Salomé para ti todo es normal - dijo Daniela sonriendo.

-Solo sé que se llama Antonia...

Levante mi mirada y una sonrisa apareció en mis labios.

-Mañana conoceré a Antonia -dije llamando la atención de todas - de todos los estudiantes que llegaron hoy a ella la recuerdo muy bien, aparte de ser una chica con un coeficiente intelectual muy alto tiene su mismo apellido.

-Además es muy guapa – susurro Salomé muy bajo.

-¿Qué dijiste? – pregunto Daniela.

-Nada mamá, lo que dice la directora es cierto, Antonia es muy inteligente creo que me haré su amiga.

Termine mi taza de Chocolate y me dedique a escuchar la interacción de la familia Calle, constantemente sonreían y sus miradas expresaban una cantidad de amor inimaginable de vez en cuando Daniela me dedicaba sonrisas y eso hacía que mis mejillas se ruborizarán.

Sentí mi celular vibrar y al divisar la pantalla vi una llamada entrante de mi papá, me levante de la mesa y me dirigí a la habitación de Daniela para contestar la llamada.

Inicio de llamada

-Hola papi...

-Hola princesa, ¿cómo estás?

-Bien papi, por aquí todo va bien, ¿cómo están ustedes?

-Bien mi amor, estamos preparando maletas ¿Estás en casa princesa?

-No papi, estoy en casa de una amiga y hoy me quedaré con ella.

-Eso es perfecto princesa – guardo un poco de silencio – ¿has visto algo raro?