Parte 34: Pasos de Maldad

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Casa familia Calle Soto

Viernes 9:00 PM

POV SALOMÉ

-Me alegra mucho que viajes con nosotros cariño.

Escuche la voz de mi abuela decirle a Antonia con esa sonrisa tierna que la caracterizaba, luego de haber llegado con Antonia hace una hora a casa, mamá y la abuela se habían dedicado a hacerla sentir lo más cómoda posible, su conversación era cálida y las sonrisas iban y venían.

-Debo extenderles mi agradecimiento por invitarme, es un honor que me permitan pasar el fin de semana con su familia, espero no provocar ningún inconveniente, por favor indíquenme si puedo colaborarles de alguna manera, mamá me dejo claro que le avisará cuanto necesitaba para ayudarles en el paseo.

-Nada de eso Anto – dijo mamá – Salo me ha hablado mucho de ti – la mirada de Antonia se dirigió a la mía y enseguida mi rostro bajo a lasaña que mamá preparo de cena – me comento que hace poco llegaste a New York y sé que es difícil estar lejos de la familia, si necesitas algo tienes dos amigas más en este hogar que se esforzarán por hacerte sentir bien y cuidarte.

El rostro de Antonia se llenó de emoción y una sonrisa cálida apareció en sus labios.

-Gracias señora Calle.

-Por favor dime Daniela...

Una sonrisa de amor lleno sus labios y sus ojos brillaron con emoción.

-Sonará muy extraño –Antonia comento - pero siento que mi abuelita Martha que está en el cielo me ha rodeado de personas que me hacen recordar a mi familia, recordar a mis madres – sonrió con cariño.

-Cariño, sé que el amor de tu familia no se puede comparar, pero como dice mi hija estamos aquí para apoyarte, Salomé te quiere mucho – susurro mi abuela – hablando de eso ¿cómo te ha tratado mi nieta, si ha sido buena amiga?

-¡Abuela! – Mi incomodidad empezó a subir – pueden dejar de interrogar a Antonia y cenar como personas normales.

Escuche la risa de mamá y rodee los ojos agotada de su cuestionario.

-En realidad, Salomé ha sido la primera persona en recibirme en la universidad, me enseño los espacios y me incluyo en su grupo de amigos, siempre estaré agradecida con ella por ser tan buena persona conmigo.

-Me alegra escuchar eso Anto – mama sonrió – ¿te ha gustado la lasaña?

-Me encanta, debo decir que cocina muy rico Señora Daniela.

-¡Vaya!, lo que decía Poché es cierto, tu formalidad no es común en jóvenes de tu edad.

La mirada de Antonia bajo con un poco de inseguridad, enseguida levante mi mano para tomar la suya frente a los ojos de mi madre y mi abuela.

-Antonia ha sido criada de una manera distinta mamá, me agrada su forma de ser.

-A mí también – concluyo la abuela – deberías contagiarte de esa formalidad Salomé, a veces no comprendo cómo sales con términos como "Hangry"

Escuche la risotada de Antonia y mamá la siguió casi al instante, mis mejillas se tornaron rojas y mi rostro bajo, enseguida sentí una pequeña caricia en mi mano así que levante mi mirada y me encontré con los ojos azules de mi chica.

-"Mamá, mamá" – me arremedo mi madre haciendo gestos con su rostro – "estoy Hangry" – termino riéndose.

La risa de la abuela se extendió casi por un minuto, quería huir de ese lugar lo antes posible.

Tu corazón es mío (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora