Parte 8: Casa, no hogar.

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POV CALLE

Luego de recoger a mi hija en la universidad pase a realizar algunas compras para la clase del domingo, Salomé no estaba de acuerdo con que gastará nuestro dinero en ella, pero me sentía en deuda con María José y de verdad quería ayudarla.

-Mamá, ¿qué le enseñarás a cocinar?

-Empezaré con algo básico que pueda cocinar sin mucha dificultad.

-Ósea le enseñarás a hervir agua, estoy segura que se le seca la olla con agua y deja quemarla.

-¿Porque eres tan mala?

-No soy mala, soy realista.

Rodee los ojos mientras seguíamos en la fila del supermercado esperando pagar los alimentos.

-¿Cómo te fue hoy mami?- dijo cambiando de tema.

-Bien Salo, luego de la reunión con la Directora volví a cuidar a la pequeña Sofí y Kim pudo irse a seguir con sus compromisos.

-Me alegra que hoy los papás de Sofí te permitieran salir un poco más temprano.

-Te dije que por ti iría hasta el fin del mundo.

Vi como una sonrisa se marcaba en los labios de mi hija y todo el cansancio se esfumo por completo, su felicidad iluminaba mi mundo recargando mis fuerzas.

Luego de unos minutos pagamos y salimos del supermercado, entramos al auto y manejé hasta mi hogar, vivía en una zona poco comercial, por lo cual todo se veía bastante desolado, agradecía que los vecinos nos conocieran si no sería un grave problema de seguridad para nosotras.

-Hijas – sonreí al ver a mamá.

-Hola abue.

-Mami – bese su mejilla- ¿cómo estuvo tu día?

-Aburrido – abrazo a Salo dándole un corto beso en la frente – quiero trabajar...

-Ya hemos hablado de eso, tu salud no permite que te esfuerces, así que no trabajarás, para eso estoy yo.

-Estoy de acuerdo con mamá – dijo Salo mientras se dirigía a su habitación.

-Salomé no tardes, la cena esta lista.

-Si abue, dejo mi bolso y salgo.

Cenamos mientras le contábamos a mamá como estuvo el día de ambas, aproveche para contarle la posible beca de Salo y las clases de cocina del domingo, mamá no se opuso por el contrario estuvo más que de acuerdo en recibir a María José el domingo.

-Dani – levante la mirada – ¿compraste el pan y los huevos para el desayuno?

-Oh mami – baje la mirada – se me paso comprarlos, pero ya mismo iré por ellos.

-No – dijo sería - las tiendas de alimentos están lejos.

-Iré en el auto, será solo un momento mamá, no tardaré mucho.

Me levante de la mesa y tome mi abrigo, la temperatura de New York en las noches descendía mucho, tome mi bolso y salí de casa, baje los cinco pisos que me separaban de la calle y al estar en la puerta escuche unos gritos.

Detuve mis pasos pensando que eran los vecinos con sus peleas habituales, pero me percate que los gritos no venían del interior del edificio si no de afuera.

Me asome un poco por la puerta y vi un auto BMW estacionado en la acera, me asombro ver ese tipo de automóviles en esta zona de New York, escuche nuevamente otro grito que me alarmó haciendo que mis piernas empezaran a temblar.

Tu corazón es mío (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora