Día 17: Manos tomadas | Enseñar a golpear

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Holi! Gracias por leer. Hoy subí un one shot songfic para otra dinámica y es Sheith, se llama One of Those Nights, ambientada en la era Pre-Kerberos. Ojalá le den una oportunidad y lo disfruten <3 (porque amé la portada y quiero que la vean jiji) ahre no.

Palabra #17: Manos tomadas.

Detalles: universo alterno.

Extensión: 2014 palabras.


Enseñar a golpear


Cabizbajo miraba el plato de tostadas con tocino en la mesa.

No tenía apetito.

—¿Animado para tu primer día, cielo? —preguntó su mama, peinando su cabello con la mano.

—Mamá... —murmuró sin mirarla— ¿Por qué tengo que repetir...? —Shiro la miró, con los ojos cristalizados de tristeza y temor— Ahora no estaré con Matt...

La mujer tragó grueso y se esforzó en sonreír. Posó la mano en su hombro y con delicadeza y cariño, acarició esa manga vacía y recogida con un broche de ropa.

Un año había pasado del accidente.

—Pero conocerás nuevos amigos, ya verás... —prometió, acuclillándose frente al pequeño de diez años— Y Matt puede venir todas las veces que quiera acá. No dejarán de ser amigos —le sonrió.

—¿En serio? —Shiro alzó las cejas y sus ojitos brillaron de ilusión ante la idea.

Durante todos sus meses en recuperación y cuando debió perder el año escolar, Matt, Adam, Verónica y Curtis, sus mejores amigos, le visitaron.

—¡Claro que sí! —prometió, besando su mejilla. Se levantó y recogió el plato sin tocar con pesar. Era todavía difícil para Shiro, para todos, sobrellevarlo. Sin embargo, sonrió y cogió las llaves— Vamos, llegaremos tarde.

Shiro asintió y corrió hacia ella, colgándose con torpeza la mochila a los hombros.

Su primer día de clases no tenía que ser malo, ¡conocería nuevos amigos y a él le gusta hacer amigos!

Removiendo los tobillos de emoción, disfrutó el camino de regreso a la escuela.

Hacía un año que no asistía, ¿cuánto habría cambiado?

Shiro era un niño de diez años como cualquier otro, era aplicado en la escuela y no se le daban mal los deportes. Pero tampoco se perdía ni un solo capítulo de Voltron, su programa favorito y le encantaba jugar en el parque con sus amigos.

Pero, en esos recovecos del destino, un accidente de auto casi le cuesta la vida.

A cambio de ella, le cobró factura con el brazo, las cicatrices y los temores.

No había día que su madre se sintiera culpable por ella haber salido ilesa, pero su pequeño no.

Por los meses en el hospital y el dilema de seguir adelante como si nada hubiera pasado o buscar una escuela especial, perdió el año escolar.

Al final Shiro fue valiente al querer retomar la escuela, aunque eso supusiera ver a sus amigos empezar la secundaria y el quedar rezagado.

Pero, haría nuevos amigos, quizás a alguno le guste Voltron y quiera jugar con sus leones y con él.

Y con esa enorme sonrisa esperanzada se ajustó su mochila de paladín negro a los hombros y bajó del auto. Era su mochila favorita, así que no importaba que un asa se le resbalara por el brazo faltante.

FLUFF MONTH SPECIAL | VOLTRON SHEITH ONESHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora