FLUFF MONTH SPECIAL | VOLTRON SHEITH ONESHOTS

Día 19: Plot twist | Gastroenteritis

Día 19: Plot twist.

Detalles: universo alterno.

Extensión: 2349 palabras.

Gastroenteritis

Al acabar el desayuno y recoger los platos, Keith tambaleó y cerró los ojos, arqueando la espalda por esa punzada.

—¿Cielo? —las manos de Shiro rodearon su cintura— ¿Estás bien?

—Sí, sí —asintió con una sonrisita despreocupada— Sólo me duele el estómago...

—¿Te preparo un té? —preguntó su esposo con preocupación.

—¿Y qué explotes la tetera eléctrica otra vez? —bromeó, dejando los platos en el fregadero— Estaré bien, tranquilo.

Shiro le hizo girar, posando la mano en su mejilla pálida.

—Quédate en casa entonces, no te ves para nada bien... —pidió.

—¿Y que Lance me saque a rastras de la cama? —burló— Me comprometí con ellos para morirme de aburrimiento hoy —recordó con fastidio, dejándose envolver por esos brazos tan cálidos— Invitaron a Pidge y a mí, porque según nuestras opiniones directas les ayudarán a elegir el vestido adecuado —entornó los ojos, cerrando los ojos a esas caricias a su espalda baja que le mermaban el dolor— ¿Y Hunk? Bueno, él puede cargar todas las bolsas.

Ambos se miraron y resoplaron de hastío.

—Me alegra haberme casado con un hombre —confesó, haciendole reír.

—Lo mismo digo —se alzó de puntillas y besó su mejilla— Estaré bien... Me pediré una sopa al almorzar —prometió para que dejara de preocuparse— Alístate tú, ya pasarán a recogerme al mediodía.

Shiro se llevó la mano a sus cabellos negros y bufó.

—Cuídate —le pidió, acunando sus mejillas y besando sus labios con terneza— Te amo.

—Lo sé, anda —sonrió contra su boca. Frunció el ceño y le empujó suavecito a son de broma— ¡Shu! —despidió.

••••••

A eso de las diez de la mañana ese auto azul apareció y sonó su claxon. Keith se puso la chaqueta y salió.

—¿Listo para la aventura? —preguntó a modo de saludo Lance, bajándose por el puente de la nariz sus gafas de sol.

—Ni que lo digas, no pude dormir de la emoción... —entornó los ojos, abriendo la puerta trasera, sentándose al lado de Hunk y Pidge que le saludaron— Hola, chicos.

—¡¿En serio!? —giró a mirarle con los lentes torcidos— ¡No soy el único entonces! Ya Allura decía que estaba exagerando.

La mujer en el copiloto bufó y se llevó la mano al entrecejo tenso.

—Estás exagerando, Lance... —murmuró malhumorada.

—¿Está mal que me emocione, nena? —le preguntó con un puchero— Es nuestra boda —recordó a voz cantarina.

—Sí, lo sé... —suspiró, relajando su expresión— Tengo sueño...

—¿Tu tampoco pudiste dormir? —preguntó para girarse otra vez a los asientos traseros— ¿Ven? ¡Tres a cinco!

—¿Estás bien, Allura? —inclinó Keith a mirarla.

—Sí, sí, sólo con sueño y algo mareada —sonrió para despreocuparle.