Naruto: la historia de los bijuu.

El clan Senju. (Shinji y Rui)

Shinji después de tres días había llegado a su aldea que estaba en medio de un gran bosque.

Los habitantes del clan senju vivían en unas sencillas casas de madera. Pero el clan estaba muy bien organizado.

En las orillas se encontraban los ninjas veteranos (+ de 40 años) con sus familias, eran hombres de edad avanzada pero eran fuertes, al interior viven los ninjas jóvenes adultos con sus hijos (20 a 40 años de edad) y en el centro se encuentra el hogar del líder del clan además de aquellas personas normales que no se dedicaban a combatir.

La organización del clan para algunos podría parecer algo injusta, pues si sufrían un ataque de un clan enemigo, los primeros en morir serían los ninjas veteranos.

Pero el clan buscaba proteger a las nuevas generaciones. En el caso de una invasión, los ninjas veteranos sabrían como manejar la situación, pues ya tenían la experiencia por las cientos de batallas a las que sobrevivieron.

Además no los dejaban solos. De inmediato eran asistidos por los ninjas jóvenes adultos y bajo las órdenes de los veteranos acababan con los intrusos.

La mayoría de los veteranos que morían en batalla, lo hacían con una sonrisa, pues sabían que sus hijos adultos que vivían al interior de la aldea seguirían con vida.

Y aunque se diera un caso raro en el cual atacaran el centro de la aldea donde vivían personas indefensas, para eso estaba el líder del clan para protegerlos, pues era el elegido por ser el más poderoso y su deber era acabar con los enemigos del clan.

Cuando Shinji estaba a punto de llegar a la aldea dos ninjas aparecieron de repente. Shinji alcanzó a tomar la funda de su espada, pero no la desenvainó para atacar, ya que eran sus camaradas.

Son un par de ninjas veteranos que son de su confianza. Sus nombres son Hisato y Kashim. Los dos a pesar de sobrepasar los 60 años, tienen un cuerpo atlético, donde se les pueden observar algunas cicatrices en el rostro.

Ellos al igual que Shinji y el resto de los guerreros del clan, utilizan una armadura parecida a la de un guerrero Samurai, pero le hicieron algunas modificaciones para hacerla más ligera y flexible.

Hisato habló:
-Líder recuerde nunca bajar la guardia aunque esté cerca de su hogar, como ya sabrá, estos años son muy violentos-

Su compañero le respondió:
-Tienes razón, bajé la guardia un segundo, pues no sentí alguna presencia enemiga y no había alguna señal que me demostrara que hubo un combate entre la aldea con algún
enemigo-

Kashim se río un poco y le habló a su amigo Hisato.
-Amigo sabes que el líder es un genio, ya no tenemos nada que enseñarle, él no entró desprevenido, bajó la guardia un instante al no encontrar ninguna señal de peligro y ya que los dos nos dimos cuenta en el instante que se confió hicimos nuestra gran entrada.-

-Siguen teniendo la mente y el cuerpo tan afilado, es por eso que los dos son mis grandes maestros, vamos a la aldea tengo mucho que contarles-

Él líder y los dos veteranos entraron a la aldea, mientras avanzaban, los aldeanos los saludaban, en especial a Shinji, era conocido entre los habitantes como el dios ninja pues jamás había perdido una batalla contra el enemigo.

Cuando llegó Shinji a su hogar lo recibió su esposa y su hijo Koichi que saltó y abrazó fuertemente a su papá.
-Tenía mucho que no te veía papá, ¿Qué me trajiste?-

-Cuando estaba a punto de llegar me encontré esta piedra de color rojo en forma de pez, pensé en ti y te la traje ¿No te parece linda?-

-wow que piedra tan curiosa la guardaré en mi cofre y jugaré con todos los regalos que me has dado.-

Shinji bajó a su pequeño hijo de tres años y él entró corriendo a guardar su regalo.

-Crece muy rápido, todavía me acuerdo cuando lo cargué por primera vez- -dijo con una gran sonrisa Shinji-.

-Será un gran Shinobi, le enseñaremos todo lo que sabemos como lo hicimos contigo-. -Dijeron al unísono Hisato y Koichi-

-Pasen por favor les preparé un delicioso estofado- les dijo la esposa del líder de nombre Rui.

Hisato respondió -Aunque nuestros estómagos rugen, mi amigo y yo tenemos algo muy importante que hacer, por lo que no podremos acompañarlos ¿Verdad Kashim?

-Claro que sí, nuestro deber es que ustedes pasen un agradable tiempo juntos ya que tiene tiempo que no se veían, así que nos vemos en tres horas en la sala de reuniones. Adioos-

Y los dos amigos desaparecieron.

-hahaha siempre tan ocurrentes tus maestros- dijo Rui con una linda sonrisa.-

Shinji al verla sonreír y al mirar su delicado pero bien torneado cuerpo, se acercó a ella, la tomó de la cintura, la atrajo hacia él y le dio un cálido beso. Ya tenia muchas semanas que no se veían y sus cuerpos deseaban estar juntos.

Así que después de besarla le hizo la mirada que siempre le hacía cuando quería tener sexo.

-Noo, oyee, tu siempre pensando en eso- -dijo Rui con un claro rubor en sus mejillas.-

-Como no voy a pensar en eso con semejante lindura que tengo como esposa- -le contestó Shinji con su voz seductora-

-Pues sígueme y atrapame- -le contestó Rui mientras le gueñía el ojo derecho.-

Ella subió rápidamente las escaleras y para su sorpresa Shinji ya estaba arriba.

-Soy el dios ninja ¿recuerdas? No podrás escapar de mí. Preciosa.-

Y la cargo, abrió la puerta de su cuarto y la acostó. Volvió a cerrar la puerta mientras hacia una sonrisa maliciosa.

Shinji comenzó a quitarse la armadura, su esposa comenzó a ver su fuerte musculatura y comenzó a sentir el calor recorrer su cuerpo, en especial, en la entrepierna.

Después de un minuto Shinji estaba desnudo y exitado, Rui se daba claramente cuenta, al ver su miembro erecto.

(Omitire la extensa descripción de escena de sexo más intensa que las 50 sombras de Grey por el motivo que puede que termine la historia inconclusa) (llevo más de 3 años sin avanzar a la obra y puede que existan niños leyendo esta historia)

Escenas de sexo omitidas....

Pasaron los minutos y después las horas.

Hasta que los dos estaban exhaustos. En ese momento Shinji se acordó de la reunión, solo tenía 20 minutos, se baño rápido se alistó y salió corriendo.

Mientras una muy satisfecha y levemente adolorida mujer estaba en su cama desnuda con una sonrisa. De nuevo a Rui le regresó el rubor en sus mejillas al recordar el tan placentero y esperado encuentro.