Naruto: la historia de los bijuu.

El enfrentamiento: parte uno.

Izune se encontraba exhausto después de cinco días de viaje junto al líder del clan, Yuki Uchiha, y sus siete compañeros. A pesar de la fatiga de Izune, los ninjas parecían tranquilos y enérgicos, capaces de correr durante días y soportar la sed y el hambre por tres días consecutivos. Finalmente, llegaron a la aldea donde se encontraban los bijuu.

—¿Dónde están los bijuu? —preguntó Yuki Uchiha.

—Están a cuarenta kilómetros, al otro lado del bosque —confirmó Izune.

—Muy bien, te librarás de las bestias con cola. Capturaré todas, esto se pondrá entretenido —dijo Yuki con una sonrisa que escondía sus verdaderas intenciones. Era evidente que estaba evaluando la fuerza de los bijuu y pensando en cómo podrían beneficiar al clan Uchiha.

En un abrir y cerrar de ojos, Yuki y sus siete ninjas desaparecieron entre los árboles y, en cuestión de minutos, se encontraban sobre las copas de los árboles, observando a las nueve bestias con cola. Kurama, líder no oficial de los bijuu, sintió una presencia maligna en el ambiente, pero antes de poder advertir a sus hermanos, los Uchiha lanzaron una poderosa técnica de fuego de largo alcance, el jutsu de incineración total.

Isobu, la tortuga de tres colas, reaccionó rápidamente. Se refugió en su caparazón y, con la ayuda de sus colas, rodó a gran velocidad hacia el lago. Una enorme marea de agua cubrió los árboles, apagando el fuego. Acto seguido, Isobu contraatacó con ocho bolas de agua gigantes dirigidas a los Uchiha. Los impactos de estas bombas de agua destruyeron parte de la vegetación.

—Bien hecho, Isobu, con esto acabaste con ellos —elogió Matatabi, la felina de dos colas.

Sin embargo, la alegría fue efímera, ya que los ocho Uchiha revelaron extrañas armaduras que protegieron sus cuerpos del ataque de Isobu. Cada uno de ellos llevaba armaduras de distintos colores: naranja, verde, café, amarillo, aqua, azul, rojo y morado. Kurama, el zorro de nueve colas, se lanzó a toda velocidad para proteger a sus hermanos.

Con un poderoso zarpazo, lanzó a uno de los Uchiha por los aires. Sin embargo, el líder del clan, Yuki Uchiha, reaccionó rápidamente y lo golpeó con una flecha de elemento rayo. Kurama cayó sobre los árboles, retorciéndose de dolor.

—Suficiente, acabaré con ustedes —gritó Gyuuki, el toro de ocho colas. Concentró una gran esfera de energía con su boca y la lanzó a quemarropa. Los siete Uchiha restantes se reunieron para resistir el ataque. La explosión se vio a kilómetros de distancia, pero no tuvo el efecto esperado.

Un ninja con armadura amarilla se lanzó al ataque y golpeó a Gyuuki con un resistente bastón en el estómago. El ocho colas fue lanzado a varios metros de distancia. Shukaku, el tanuki de una cola, entró en cólera y lo atacó con un jutsu de arena que lo aprisionó, aplastándolo con una presión increíble. Son Gokú, el simio de cuatro colas, cubrió sus brazos con lava y convirtió el ataúd de arena en lava con un poderoso golpe.

Finalmente, habían logrado vencer a uno de los Uchiha, pero la batalla estaba lejos de terminar. La encarnizada lucha entre los bijuu y los temidos Uchiha apenas comenzaba. El  hogar de las bestias con cola estaba en peligro, y la amenaza de los Uchiha se cernía sobre ellos.