Sin buscarte te encontré- Taeny ver.

El pasado regresa

Despertar en los brazos de Tiffany es lo más hermoso que he vivido últimamente me encantaba el amor con el que me tocaba y besaba sentir su piel y sus besos se habían convertido en mi vicio un vicio del que jamás me iba a cansar, al abrir los ojos me encontré con su hermosa mirada en mi y le sonreí diciéndole.

–Buenos días mi amor como dormiste?

–Muy bien amor ya tenía un rato que me había despertado pero me gusta verte dormir –contesto sonriendo

–Me encanta estar así contigo –la abracé más fuerte –que hora es?

–No sé no he visto la hora

Me separé para tomar el celular y ver la hora eran las 7 de la mañana ya se hacía demasiado tarde para irnos a trabajar, me levanté de golpe y Tiffany me miraba extrañada

–Son las 7 am Tiffany y tenemos que trabajar –dije alarmada y Tiffany se puso igual que yo

Se levantó muy rápido y se comenzó a vestir igual de rápido, todo esto me causaba gracia porque yo era la jefa pero aun así no podía darme el lujo de llegar tarde y que Tiffany llegara a la misma hora que yo sería algo extraño por eso le sugerí que se fuera a su casa a arreglar y que se tomara su tiempo yo arreglaría todo para cuando ella llegara. Me dio un tierno beso antes de subir a su auto y yo me dispuse a entrar para terminar de arreglarme y ya estando lista me fui manejando a toda velocidad a la empresa.

Al subir a mi oficina estaba Yuri parada fuera de mi oficina con unos documentos en la mano y al verme me sonrió y dijo muy fuerte para que todos escucharan.

–Que tal la reunión con el inversionista pudieron convencerlo?

Mi cara lo dijo todo no entendía de que estaba hablando cual reunión y que inversionista?

–Supongo que la reunión se alargó más de lo debido por la hora que es–volvió a decir

Entonces lo entendí todo y traté de disimular lo mejor que pude.

–Amm si ya sabes a veces eso sucede son un poco tercos pero ven entra a mi oficina vamos a hablar de eso. –le dije lo más seria que pude.

Cuando entramos pude respirar tranquilamente me deje caer en mi sillón y Yul me miraba con una sonrisa de burla la cual le respondí con una de vergüenza y ella empezó a reír

–De que te ríes –dije tratando de no reír.

–De la cara de idiota que tenías ahí afuera, de no ser por mí un chisme hubiera empezado ya sabes cómo son estas víboras ya habían empezado a hablar de mas pero tuve que interferir y gritarles solo un poquito a mí eso de ser mala no se me da –dijo mirándose las uñas

–Muchas gracias Yul no sé qué haría sin ti