three

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Aquí se va a revelar toda la historia de Lya por lo que preparen los pañuelos.

" ¿Una lección?"

—Esa es mi gente allá afuera

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—Esa es mi gente allá afuera.

Kane se inclinó hacia él, viéndolo seriamente.

—También son mi gente. ¿Quieres ayudarlos? Dime a lo que nos enfrentamos. Las tácticas de los terrestres, sus números, que clase de armas usan.

—Flechas y lanzas, hachas, espadas, sus dientes—Bellamy gruñó, aunque esperaba que ayudando a Kane, tendría más oportunidad de ir con el equipo de búsqueda, pero allí estaba atado en una sala aparte como un prisionero junto a Murphy.

—¿Sin rifles?

Bellamy negó con la cabeza.

—Ustedes tenían.

—Las armas que encontramos en el depósito de ayuda nivelaron el campo de juego, y quizás ...tal vez si hubiéramos tenido más balas podríamos haber ...

—Habían más balas. El equipo de Junquera acaba de volver del búnker. Encontraron dos barriles llenos de rifles y un tercero lleno de balas—le interrumpió el hombre.

El corazón de Bellamy se hundió ante las palabras de Kane, la vergüenza y la derrota se arrastraron sobre su piel como una enfermedad.

—Debimos haber buscado mejor.

Las puertas detrás de Kane se abrieron mientras un guardia aparecía.

—Señor, la mayor Byrne requiere su presencia junto a la doctora Griffin.

Kane asintió dándole a Bellamy una última mirada y salir, el guardia se quedó en la puerta por un minuto hasta que un hombre entró de nuevo, le dio una palmada amistosa a el guardia en la espalda y el guardia dejó a Bellamy a solas con el hombre, dejando a el chico con el padre de Lyanna.
Valjena cuidadosamente se sentó en frente de él y se le quedó viendo por un par de segundos, Bellamy podía ver que el hombre tenía ojeras y los ojos rojos, además de que estaba pálido; se veía cansado, exhausto, solo había bajado a la Tierra para reencontrar con su hija solo para enterarse que el enemigo se la había llevado.

—¿Tú?—Valjean dijo, viéndolo como si no fuera posible—. ¿Tú amas a mi hija? Ella te ama, ¿tú siquiera la quieres?

Bellamy se quedó en silencio, sin saber en realidad que responder , las únicas personas que había amado en su vida eran su madre y Octavia, ninguna otra persona había entrado a su vida de ese modo, ninguna otra persona había entrado s su vida y se había metido debajo de su piel como Lyanna Valjean, ahora era una especie de necesidad, por que verla se había hecho tan simple como respirar; era asfixiante no ver la amable y dulce sonrisa de Lya, no sentir su tranquilizadora mano que te detenía de hacer una estupidez o que te calmaba cuando estabas a punto de desmoronarte, su distinguida cabellera rubia platinada que la hacía resaltar, cómo jugaba con su collar cada vez que estaba nerviosa, el olor a rosas y a sangre que olías cada vez que estabas junto a ella.

KHALAKKI | the 100 #2 españolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora