17

1.4K 86 14
                                    

HACHIMAN POV

Hasta el momento, el volumen del bebé ha ido bastante bien, la intimidad, la cercanía, la intensidad... todo estaba casi perfecto. Durante dos semanas enteras hemos estado en ese estado constantemente, sin embargo, como todas las cosas buenas, un día terminan. Porque mañana, Yukino y yo debemos de asistir a un desayuno con sus padres, supuestamente tenían algo importante que decirnos. Así que esta noche decidimos aprovecharla al máximo. Los dos yacíamos exhaustos en la cama, jadeando, saciados. Rodó hacia mí para poder acurrucarse cerca de mi cuerpo desnudo y me miró con una sonrisa. Las sábanas cubrían nuestros cuerpos y nos mantienen calientes. A pesar de que nuestro sudor y nuestra proximidad probablemente eran suficientes, hacía mucho calor. Ella extendió si mano y la mía, apretándola.

—Debo de admitir que eso fue bastante sorprendente... —murmuró ella mientras jadeaba.

Para ser honesto, solo pude hacer esas cosas porque tu cuerpo era lo suficientemente flexible para hacerlo.

—¿Dónde aprendiste eso? —preguntó Yukino con curiosidad.

Palidecí ante su interrogatorio. El hecho es que lo aprendí utilizando la pornografía en Internet cuando no teníamos intimidad.

—Llámalo... talento natural. —respondí audazmente. Ella se rió y sacudió su cabeza, antes de descansar sobre mi pecho.

—No quiero almorzar con el de mis padres mañana. -se quejó.

Para ser sincero, yo tampoco quiero verlos. Principalmente no quiero ver a su madre, pero aun así...

—¿Que otra opción tenemos?

Ella hizo una mueca de irritación y me lanzó una mirada furiosa.

—Tampoco es que quieras verlos.

—¿De qué estás hablando? Me encanta ver a tus padres. Es como ir cultivando XP con potenciadores.

—¿De qué estás hablando?

—Nada... solo estoy bromeando. —Nuestra falta de interés y comprensión es totalmente real.

—Eres un otaku, chikan, hentai, ecchi Hikigaya Hachiman.

—Bueno, Yukino... —comencé. Ella me miró encargando sus cejas. -¿Cuál es la razón por la qué tus padres dejaron tan claro que tenemos que asistir a su desayuno?

—No estoy segura, pero probablemente tenga algo que ver con mi actual estado de embarazo. Aunque solo lo he contado a Yuiaghama.

Tengo un mal presentimiento sobre esto...

—Vamos a dormir. A menos que quieras hacerlo otra vez... —ella me miro con un leve rubor en sus mejillas, perdiendo las sábanas alrededor de su pecho permitiendo que se deslice, revelando su cuerpo y senos pequeños pero perfectamente formados.

¿Otra vez? ¡¿A casó creé que soy Superman?! Solo porque tenga unos cuantos músculos no significa que sea incansable. Me acosté de costado frente a ella, con los ojos cerca de cerrarse. Intenté decir algo pero no pude. Todo lo que hice antes de perder la conciencia fue mirar su rostro antes de que mi mundo se desvaneciera en la oscuridad.

El romance de un solitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora