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HACHIMAN POV.

Después de un silencio de dos semanas, decidí ir a casa y hablar con Yukino. Luego de que los constantes mensajes y llamadas telefónicas se detuvieron después de unos días. Supongo que incluso ella sabía que era bueno para nosotros tener un descanso.

Funcionó. En los primeros días quería un divorcio. Tal vez porque estaba afectado y enojado con ella. Pero entonces ese deseo se esfumó y quise regresar a casa. Supongo que a pesar de tener el exterior de un adulto, los hombres siempre serán inmaduros. No traje mi equipaje de regreso por si las cosas vuelven a torcerse. Pero al menos debería hablar con ella. Cuando llegué a la puerta pude oler ligeramente el olor a té, era algo nostálgico. A pesar de que la temperatura en el aire no era tan fría, una taza de té caliente no era un mal pensamiento después de todo. 
Coloqué la llave dentro del picaporte y abrí la puerta. 

Al entrar y quitarme los zapatos, camino hacia la sala de estar. Yukino estaba sentada tranquilamente en su asiento habitual de la mesa del comedor, con su computadora portátil abierta y algunos documentos alrededor. Se dio cuenta de mí presencia.

—Yo...

—Me sorprende que hayas logrado mantenerte alejado por tanto tiempo. Dos semanas enteras lejos de tu esposa, realmente eres un hombre despreciable, Hachiman.

Espera ... ¿Por qué suena y se siente extrañamente familiar? Estoy a punto de volver a hablar cuando ella levanta la mano para tomar la palabra.

—Antes de que digas nada. Me gustaría decirte que lamento lo que dije. Sé que no pudo volver a tras y solucionarlo. Pero realmente lo siento. —Probablemente sea lo más rápido que haya hablado en toda su vida— Y también sé que estarás en contra de esto, pero fui al médico y me recomendó tomar las píldoras que controlarían mis hormonas. Mi embarazo es importante, pero si afecta a nuestro matrimonio, entonces tengo que hacer algo al respecto. Igual entenderé si ya no quieres estar conmigo y... y si estás considerando un divorcio, entonces... respetaré tu decisión.

—No lo estoy considerando. —le digo con una pequeña sonrisa— ¿Quién más me hará comida si te dejo?

Ella soltó una gran bocanada de aire, claramente aliviada.

—Gracias.

—Mira, entiendo si quieres tomar esas pastillas para tratar de controlar tus hormonas. Sé que no afecta al bebé, pero también me importa si te afecta. Así que por favor no confíes demasiado en eso. ¿Cuáles efecto secundario?

—Me parece que hay una posible disminución del deseo sexual. Pero no es como si tuviéramos sexo de todos modos, ¿verdad?

No pude evitar reírme. Ella tenía razón. Tiene 6 meses de embarazo y han pasado 6 meses desde la última vez que tuvimos relaciones sexuales o tuvimos algo parecido.

—¿Eso es todo?

—Bueno, se supone que también me da náuseas, pero hasta ahora, ese efecto secundario no me ha afectado.

—Ya veo. Eso es bueno, supongo. Pero de nuevo, no tomes demasiadas.

—No lo haré. No te preocupes por mí.

—Sabes que eso sería imposible... después de todo, te amo. 

Ella sonríe ante mi cumplido. Se levantó y caminó hacia la cocina, tomó una taza y me sirvió té.

Acepté la taza y sople un poco para que se enfriará, al menos lo suficiente para que mis labios no se quemarán. Me calentó lo suficiente y relajó mis tensos músculos. Supongo que debería avisar a Komachi que me envíe mis cosas aquí. Quiero quedarme con Yukino. Dormir junto a ella esta noche no parece una mala idea después de permanecer en mi habitación durante las últimas dos semanas. Existe esta extraña soledad para no despertarse junto a ella.

El romance de un solitarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora