El romance de un solitario

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HACHIMAN POV.

Ni Yukino ni yo tuvimos el llamado "trabajo adecuado". Ella trabaja a tiempo parcial para la compañía de sus padres y es principalmente ama de casa. Mientras tanto en mi caso nunca he conseguido un 5-9. Claro que trabajé en empleos a tiempo parcial durante la universidad. ¿Pero un trabajo de verdad? No. Claro que me pagan más que el promedio. Pero nunca he tenido un trabajo de hombre asalariado normal. Ni siquiera me he despertado tan temprano desde la escuela secundaria. Al llegar a mi teléfono en la cabecera de la cama, hice clic en la pantalla para desactivar la alarma, asegurándome de que no despertara a Yukino. A pesar de que todavía no se habían cumplido el plazo de tres meses la perra su madre insistió en que fuera hoy para que su esposo me presentará a la junta directiva y a la compañía, además de la misión que Haruno-san y yo queremos cumplir. Supongo que tengo que arrastrarme fuera de la cama aunque sean las 6 de la mañana.

Pero tengo dos problemas en este momento: la incómoda posición en la que estoy y el hecho de que Yukino está acurrucada con los brazos a mi alrededor en una especie de agarre mortal.

Intento desesperadamente de salie cuidadosamente de su agarre pero no resultó como esperaba. De hecho, la despertó. En lugar de gritarme o menospreciarme, se despertó con un leve sonrojo y volvió a colocar su cuerpo sobre el mío. Luego deslizó una mano a lo largo de mi pecho, haciéndome gruñir. Cualquier otro día este tipo de comportamiento daría como resultado tres horas de chupar, apretar, golpear y golpear... no precisamente en ese orden. Pero hoy no puedo. Poniendo mis brazos sobre sus hombros y poniéndolos rígidos, detengo sus movimientos eróticos.

—¿No me quieres? —se quejó ella y puso una mala cara. Yo suspiré. Mi cuerpo quiere decir que sí, y ambos sabemos que es evidente. Pero mi mente tiene que decir que no.

—Ya sabes que no es eso. Tú papá ha enviado un auto a por mí que llegará a las siete y no estoy preparado.

—Solo envíale un mensaje de texto y dile que estamos intentando convertirlo en abuelo. —ella me dio un beso en la mejilla y procedió a trabajar hacia mi cuello. Esa escusa serviría si ella no estuviera embarazada ya. Por Dios, ¿qué demonios le haces a una mujer cuando está en celo? ¿Rociarla con agua en la cara como si fuera un perro? Pero es una pena. El único día en que ella actúa así y yo tengo que rechazarla.

—No... hoy no puedo, es importante. Es para que nuestro plan llegue a buenos términos. Es para nuestro bebé.

Ella hizo un puchero y se alejó, claramente decepcionada.

—Oh, vamos. Solo tengo 55 minutos. Me toma al menos diez minutos ducharme y otros 10 más para cambiarme, sin mencionar el desayuno.

—Solo saltaté la comida. Dame 10 minutos. Es todo lo que necesito para hacerte feliz.

Soltando un suspiro para indicarme que renuncio a discutir, simplemente dejé que ella tomara la iniciativa. Luego, para ahorrar tiempo, nos dimos una ducha juntos, pero eso fue principalmente una excusa por mi parte. Después de todo lo que ahora me puse mis zapatos, a punto de bajar y esperar al conductor proporcionada. Entonces sentí que algo tiraba de mi manga. Me di la vuelta y observé a Yukino mirándome con expresión triste.

—¿Que pasa?

—Nada. Es solo que, de alguna manera... Me siento algo triste y no quiero que te vayas.

—Ya he ido muchas veces a reuniones sobre mis libros.

—Esto es diferente. Hoy... hoy es el comienzo. Pronto tendrás que ir todos los días y dejarme aquí sola. Parte de mí no quiere eso.

Coloco mi mano sobre su cabeza y acarició su suave y húmedo cabello.

—Chica tonta. Una vez que me deshaga del control y las tácticas de terror de tu madre sobre nosotros estaré contigo todos los días otra vez.