Ojos de Regalo

Doce

—¡YA ANUNCIARON LA VENTA DE BOLETOS! —dijo el castaño con suma emoción encima de su skate.

—No entiendo por qué te emocionas tanto. —dijo la morena restándole importancia.

Shawn frenó su andar.

—¿Pero que carajos? ¡Este ha sido nuestro sueño desde siempre Camila! —dijo Shawn con confusión.

—Ya lo sé, sabes que es mi mayor sueño. Pero hay que ser realistas: No tenemos la edad requerida para entrar. —dijo resignada Camila.

Aquel día por la mañana, Shawn se había levantado y notó que en su celular había una notificación un poco inusual. Rápidamente la abrió y se topó con una semejante noticia: ¡EL XOXO REGRESABA UNA VEZ MÁS! Sin duda alguna el castaño estaba con suma emoción al enterarse de aquello, y más emoción le daba comentarle a Camila.

—Tal vez... Ay no, ¿De nuevo el dolor? —Shawn notó como la morena dejaba de andar en el skate para sentarse en una banca que había por ahí y masajear su rodilla.

—Esta bien... Comenzaron de nuevo. —dijo Camila con una temible tranquilidad.

—Camila... —Shawn se preocupaba por su mejor amiga.

—Estoy bien, apresuremonos por qué ya casi empieza la primera clase, ¿Sí? El que llegue último es un idiota con falta. —dijo la morena tomando velocidad y compitiendo contra su mejor amigo.

* * *

Lauren repasaba los apuntes de su última clase de biología con Olivia mientras escuchaba en sus auriculares alguna canción de Lana del Rey, cuando recibió una llamada de una persona muy especial.

—Hola. —respondió Lauren.

—Hola ojitos. —escuchó Lauren como respuesta y se quedó en silencio plasmando una sonrisa.

—¿Pasa algo? —cuestionó la ojiverde.

—No, no pasa nada. Solo estoy en la hora del almuerzo y decidí llamarte. Te echo de menos. —dijo la morena con un dulce tono que derritió a Lauren por completo.

—Tambien te echo de menos, mucho. —dijo Lauren mordiendo su labio.

—Oye... ¿Qué? ¡No Shawn! ¡Callense por favor! No es gracioso... ¡Dinah! —escuchó Lauren distintas voces junto a la de Camila.

—¿Aló? —Lauren se aseguraba de que la llamada no se hubiera cortado.

—¿Tú eres la famosa Lauren? —se escuchó una femenina voz.

—Mmmm, sí. —respondió Lauren de manera corta.

—¿Es la novia de Camila? ¿Si? Demonios, ¡Hola Lauren! —dijo una masculina voz y Lauren se sonrojó rápidamente.

—Eh... Hola. —dijo Lauren amablemente.

—¡Dinah! ¡Shawn! ¡No es gracioso! —se escuchó de fondo y Lauren contuvo su risa.

—Mmm Lauren, verás... Camila es nuestra mejor amiga y JAMÁS, te lo juro, JAMÁS había tenido novia ni había estado enamorada... —comenzaba a hablar el chico y Lauren interrumpió.

—Si, lo sé... —respondió Lauren feliz por ello.

—Ajá, bueno... Honestamente te queremos conocer por qué según Camila tú eres la perfección en persona. Estoy organizando una fiesta en mi casa y le dije a Camila que te llevará, pero era muy probable que no quisiera hacerlo. Así que... Te invito, ella puede pasar por ti, si tienes alguna amiga o amigo más puedes llevarlo con confianza. —la chica estaba invitándola a una fiesta, bien.