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Al día siguiente, la familia Mallory se levantó temprano para iniciar su día, por tener exclusividad, serían los primeros en ser atendidos en la mayor estética del Capitolio, con los mejores diseñadores que había en el lugar

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Al día siguiente, la familia Mallory se levantó temprano para iniciar su día, por tener exclusividad, serían los primeros en ser atendidos en la mayor estética del Capitolio, con los mejores diseñadores que había en el lugar.

Como el servicio era personalizado, el llegar, primero le ofrecieron a Bea una copa de jugo de uva, mientras a su madre le dieron una de champagne, seguido los pasaron a diferentes cuartos para iniciar el cambio.

—Que tal, me llamó Cinna y yo seré tú estilista hoy. —un chico de tez morena y cabello algo afro apareció frente a Bea

—Mucho gusto, soy Bea—respondió sonriente la niña

—Bien Bea, dime ¿Qué es lo que quieres?—preguntó mirando a través del espejo a la niña

—Algo no muy llamativo, ya sabes, no algo típico del Capitolio—dijo con una sonrisa y Cinna soltó una pequeña risa

—Eres la primera chica que no quiere cosas extravagantes en su cabello y maquillaje. —saco su equipo para iniciar—. Me agradas

—Sólo podrías hacerme algo que creas que pueda llamar la atención de uno de los tributos—dijo algo apenada

—Oh ya veo, ¿Quién es el chico?—preguntó cepillando el cabello de Bea

—Es del distrito cuatro, se llama Finnick Odair. —Cinna asintió, claro que reconocía al chico, era conocido por ser el más pequeño en entrar a los juegos

—Te dejaré aún más hermosa y con eso ni Finnick se resistirá a verte. —fue lo último que dijo antes de iniciar su trabajo

Bea veía poco a poco como el trabajo de Cinna comenzaba a tomar forma, no por nada era uno de los más reconocidos en el Capitolio y en todo Panem.

—¿A ti te tocó algún tributo este año?—preguntó Bea antes de que Cinna terminará

—Todavía no, y realmente es algo que todavía no me emociona, estar con los chicos que serán enviados a morir. —Cinna dio los últimos retoques al maquillaje y peinado de la chica—. Ya estas

Cinna volteó la silla de Bea y la chica quedó boquiabierta al ver el resultado del estilista.

—Wow, parezco otra persona. —bromeó mirando con detalle el trabajo del chico—. Gracias Cinna, me encantó

—Fue un placer Bea, espero verte seguido por aquí. —se despidieron y Bea salió para reunirse con su madre y su hermano

De regreso en casa, Bea estuvo casi una hora en su cuarto arreglado su vestido y sus zapatos, se veía en el espejo buscando hasta el más mínimo detalle para arreglarlo, quería estar hermosa para Finnick.

—Bea por favor, llevas dos días ahí dentro. —Lucas tocó la puerta del cuarto de su hermana

—¡Ya voy Lucas!—gritó la chica rodando los ojos

Se dio un último vistazo y al ver que todo estaba perfecto, salió para subir al carruaje que los llevarían al lugar donde se daría la ceremonia.

Cuando llegaron pasaron a los palcos VIP donde estaban con los demás funcionarios y las demás familias importantes del Capitolio. Por un momento, a Bea se le pasó una idea demasiado loca.

—Voy al baño antes de que inicie el desfile—avisó Bea a su madre antes de levantarse del palco y salir por una de las salidas

Avanzó por uno de los pasillos que daba hacía donde los tributos saldrían en los carruajes, pero había dos guardias en la entrada.

—Soy Bea Mallory, voy a ver a uno de los tributos—avisó de manera seria imponiendo autoridad por primera vez

Los guardias no dijeron nada, sólo dejaron pasar a Bea y ella sonrió internamente siguiendo su camino, por su paso por el largo pasillo donde había en total doce carruajes con los respectivos tributos sobre de ellos.

Bea busco con la mirada el carruaje de Finnick y después de dos minutos recorriendo el lugar, lo vio casi al inicio del lugar.

—¡Finnick!—gritó Bea, y el chico del distrito cuatro volteó al oír su nombre, pero quedó boquiabierto al ver a la chica a unos metros de él

—Hola...Bea—dijo Finnick acercándose a la chica—. Wow, te ves hermosa

—Y tú, te ves demasiado guapo. —siguió la chica acercándose más a Finnick

—¿Qué haces aquí?—preguntó con alegría

—Vine a verte antes del desfile—dijo con una sonrisa nerviosa

—¿Viniste a verme a mi?—preguntó con asombro

—claro tonto, ¿Acaso hay otro Finnick aquí?. —alzó los hombros

Finnick realmente no creía que alguien del Capitolio le importará como para visitarlo en el desfile.

—Finnick, tienes que ir a tu posición. —su estilista llegó para avisar al chico

—¿Nos veremos otra vez?—preguntó el chico mirando a Bea

—Soy una Mallory, haré lo necesario para ir a verte—dijo Bea con una sonrisa—. Lúcete en el desfile Odair

—Claro. —se despidieron nuevamente y antes de irse se dieron una sonrisa mutua

Bea regresó a su posición en el palco mientras Finnick subía al carruaje para esperar su turno.

Los tambores se escucharon anunciando el inicio del desfile, como cada año, el presentador Caesar anunciaba a los tributos y los trajes que llevaban puestos representando a sus distritos.

—¡Y miren ahí vienen los tributos del distrito cuatro!—anunció Caesar y Bea puso más atención

Finnick y su compañera aparecieron saludando a todos los presentes, aunque Finnick también buscaba con la mirada a Bea y cuando por fin la ubico, una sonrisa de oreja a oreja apareció en el chico.

Ambos se miraron, y Finnick saludo hacia donde ella estaba y la chica también lo saludo de manera discreta, finalmente Finnick pasó y después del discurso del presidente Snow, se dio por finalizada la ceremonia.

Fugit Irreparable Tempus||Finnick Odair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora