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Finnick y Bea se encontraban en la torre de los tributos, ya que, en unas horas, Finnick tendría que regresar al Distrito cuatro y querían pasar su último día juntos.

—¿Te ocurre algo?—preguntó Bea al ver a Finnick tan pensativo

—No, no pasa nada. —Finnick sacudió su cabeza para alejar sus pensamientos de su mente—. Sólo que no es algo fácil superar lo que viviste ahí dentro

—Si, fue algo difícil y no es tan fácil pasar todo lo que viviste. —siguió Bea

—Quiero agradecerte, por todo lo que hiciste por mí, sin ti, yo estuviera muerto. —el chico la volteó a ver

—Hubiera hecho eso y más por ti—dijo Bea

Finnick tomó nervioso la mano de Bea, y aunque al principio le sorprendió a la chica la acción de Finnick, no se alejó.

—Bea, quiero pedirte un favor—dijo Finnick—. Cuando me vaya, no me olvides

—¿De que hablas?—preguntó Bea confundida—. Por supuesto que no lo haré, pueden pasar diez años y yo te seguiré recordando como el chico del tridente. —al decir eso Finnick soltó una risita

Hubo un momento en que ambos se miraron fijamente a los ojos, observando cada pequeño detalle como si temieran olvidar alguna parte del otro, Finnick aún nervioso por saber si lo que estaba a punto de hacer era buena idea, se acercó lentamente al rostro de Bea, la chica al ver la intención de Finnick, se puso igualmente nerviosa ya que nunca había besado a un chico, y temía parecer una tonta frente a él.

—Finnick, no he dado nunca un beso—dijo tímida y eso sólo le hizo pensar al chico que era demasiado adorable

—Tú sólo sigueme—susurró antes de conectar sus labios con los de ella

Finnick inicio a mover sus labios y Bea seguía el ritmo del chico, era un beso romántico, sin prisas, aunque con muchos sentimientos, amor, alegría y tristeza.

—Te quiero mucho Bea—dijo Finnick sobre sus labios

—Y yo a ti Finnick—respondió antes de volver a besarle

Estuvieron platicando un rato más hasta que Mags fue por el chico indicando que la hora había llegado, como se esperaba, ambos derramaron algunas lágrimas por alejarse del otro.

—Voy a regresar por ti ¿Está bien?—dijo Finnick limpiando las lágrimas de Bea

—Por supuesto—contestó dándole una sonrisa

—Fugit Irreparable Tempus—pronunció—. Esto hará que no te olvide

Bea asintió antes de que Finnick saliera del cuarto para ir a la estación e ir a casa, la chica se acercó a la ventana viendo como el amor de su vida se alejaba cada vez más sin poder hacer algo al respecto.

Aunque el auto no se dirigía a la estación de trenes, si no a la mansión del presidente Snow, Finnick cambio su expresión por una demasiado seria. Al llegar, el presidente lo esperaba con una sonrisa victoriosa.

—Sabía que no ibas a rechazar mi oferta—dijo alegremente

—¿Cuándo comienzo?—preguntó de manera seca

—Mañana mismo—contestó Snow

Después de la coronación, Snow le hizo una petición a Finnick, por ser el chico más joven en ganar los Juegos, y además por tener un gran atractivo, vio como "gran oportunidad" hacer que Finnick trabajará como acompañante de las mujeres del Capitolio. Bueno, realmente no fue una petición.

"Si no quieres trabajar en lo que te estoy pidiendo, va a haber muchas consecuencias Finnick, iniciare asesinando a tu familia y sin con eso no te parece suficiente, seguiré con tu amiguita ¿Cuál era su nombre? Ah sí, Bea"

Finnick no quería poner en riesgo a la chica que amaba y a su familia, así que, aunque no quisiera, tendría que hacerlo, tendría que prostituirse en el Capitolio.

Fugit Irreparable Tempus||Finnick Odair Donde viven las historias. Descúbrelo ahora